Katsuki lo tenía agarrado con suavidad de la cintura como toda una pareja, era agradable y lo hacía sentir bien ese toque. Izuku podía ver a su madre girar su vista de lado a lado en el pasillo, mirando las elegantes decoraciones.
Estaba asombrada y se notaba a leguas en su rostro, el también lo estaba, nunca había visto tantas cosas bonitas ni costosas, aveces envidiaba eso, pero no se quejaba de la forma en la que había vivido.
—Es aquí.- la voz del prime lo sacó de sus pensamientos, alzó la vista para mirarlo a los ojos, éste solo le sonreía levemente, de podía notar el orgullo y satisfacción en sus ojos rubí.- mis padres están al otro lado de la puerta, esperando por nosotros, estoy seguro que les caerás bien, cariño.
Pudo escuchar un pequeño chillido de su madre, tragó saliva y asintió no muy seguro ante las palabras del rubio. Katsuki les abrió la puerta, en la que se habían detenido, dejando ver el lugar interior, era diferente y al mismo tiempo parecido al sitio en donde estuvo su madre.
Vió a dos personas sentadas en unos sofás costosos tomando el té, el hombre tenía el cabello marrón, y la mujer amarillo cenizo.
Su "suegra" tenía mucho parecido con su, ahora, alfa y pareja de por vida, solo que en versión mujer.—Madre, padre, mi Omega y su madre ya están aquí.- Katsuki los presentó y el pecoso volvió a tragar saliva, vió como la mayor, quien también era una prime, se levantó y fue hasta ellos.
—¡Mucho gusto joven Izuku, señora Inko!- saludó la rubia muy entusiasta, dió una leve reverencia y después se volteó hacia el.- Katsuki siempre nos ha hablado maravillas de ti.
El pecoso miró con una ceja alzada al rubio, no tenía ni idea de lo que le habría contado sobre el, ¿Acaso le había dicho que lo encontró un bar y se lo folló hasta casi perder la conciencia?
Solo esperaba que no, si lo sabía no podría verlos a los ojos sin morir de vergüenza en el intento. Sonrió de manera temblorosa a la mayor.
—Mucho gusto señora...- saludó el omega, dando una ligera reverencia, la mayor solo agitó su mano restándole importancia.
—No me digas señora, solo Mitsuki o tía Mitsuki.- Mitsuki le acarició el cabello con cariño, Izuku sintió como sus nervios se iban un poco, al menos ella no era severa con el.- ¡Oh Inko, ya veo de dónde mi adorable nuero sacó su hermosura!
Ella fue hasta donde estaba su madre y tomó sus manos, podía notar a la peli-verde nerviosa, aún así le sonrió igual.
—¡Ahora somos familia, me alegra que mi hijo al fin haya encontrado una buena pareja!- la rubia parecía muy emocionada con ese tema, Inko sonrió ante su alegría, ella también estaba alegre y contenta al saber que su retoño no estaba solo.
El Omega de cabellos marrón se acercó a ellos, Izuku se sintió nervioso cuando lo detalló de arriba a bajo, él se acercó más y le sonrió con ternura.
—¿Puedo tocarlo?- preguntó con suavidad y el pecoso no supo que responder, miró levemente al rubio, éste solo le asintió. El pecoso se abrazó a un brazo del alfa y asintió, nadie le había pedido eso desde que estaba en cinta.
La mano del Omega se movió con cuidado hacia su vientre abultado, era mejor así, no quería que el pecoso lo fuera a detectar como una amenaza. Izuku solo miraba atento a sus movimientos, sintió como los dedos tocaron con delicadeza su piel, la mano era cariñosa, y se movió con cuidado sobre su vientre.
—¿Cuantos meses tienes?, Katsuki nunca nos dijo con detalles.- el Omega preguntó, Izuku sintió como un sonrojo cubría su rostro y sus orejas.
—Cinco meses, es un cachorro grande.- el pecoso sintió con cariño, pasando una mano sobre su vientre, tenía un cachorro, un hermoso cachorro sano y fuerte, estaba feliz por eso.
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Izuku quiere un cachorro. (Katsudeku./Omegaverse)
FanficIzuku quiere un cachorro, actualmente tiene 25, casi 26, años. Un trabajo estable, buenos ahorros, una vida tranquila. Es feliz con eso, o eso creé, hasta que quiere un cachorro, no entiende porqué cada vez que sale al parque mira con anhelo a las m...