A veces te preguntas ¿hay vida después de la muerte?
Hubo una vez en que el mejor amigo de mi padre tuvo un accidente, casi cercano a la muerte. Le oí decir cuando hablaba con mi padre algo sobre que vio una luz y que allí estaban todos sus seres queridos esperándole. En ese momento, tenía apenas siete años y no entendí lo que quería decir, pero ahora... Lo estoy entendiendo y lo estoy experimentando, sólo que yo no veo ni una pizca de luz, sólo noto oscuridad, oscuridad y oscuridad.
Oigo una voz, delicada pero fuerte, es de un chico que me es muy familiar. Me está llamando para que me despierte, pero ¿cómo? Si se supone que debo estar muerta...
Abro los ojos, sigo en la oscuridad, pero esta vez es mucho más clara, estoy rodeada de una pared y techo redondeado de piedra, parece ser una cueva. En el centro hay una hoguera encendida, y al lado de ella alcanzo a ver una figura de espaldas, es de una persona normal, un chico, joven. Se da la vuelta y le veo la cara, rasgos bonitos y finos, ojos azules y grandes, nariz un poco achatada como yo, el pelo lo tiene oscuro y alborotado, un poco grasiento. En resumen, un chico guapo, se acerca a mí y dice:
- Por fin estás despierta, duermes más que yo los domingos, venga levanta y come algo...
Me ofrece un cuenco lleno de judías y una cuchara de madera.
- Nos es comida de cinco estrellas pero te aseguro que llena. -me dice sonriendo.
Me quedo mirándolo extrañada con la cuchara en mano.
- Tú come que yo te explico. -empiezo con el primer bocado, no está tan mal- Te encontré bajo unos escombros de un viejo granero, iba en mi viaje para conseguir suministros y te vi. Como aún respirabas te traje aquí, además estar sólo es horrible.
- ¿Quién eres y qué está pasando?¿Qué eran esos monstruos?¿Cuánto tiempo he dormido? -grito alterada.
- Vale, vale, cuando te traje no sabía que hablabas tanto -frunzo el ceño- A ver, me llamo Luke Diamond, tengo 18 años y tú estás conmigo para parar esta Apocalipsis. Monstruos no, zombies; personas muertas que revivieron cuando ocurrió el terremoto del Océano Pacífico, en el que se abrieron las grietas del fondo marino expulsando una extraña sustancia que hace revivir a los muertos. ¡Ah! Y has dormido desde que te traje, día y medio.
Día y medio, no puede ser, no hiberno así ni en vacaciones.
- Pero entonces, ¿qué pasó con las personas que estaban vivas y cómo te salvaste tú? -pregunto.
- O están muertos o infectados. Y yo llegué aquí porque mi padre era militar científico y sabía que esto ocurriría algún día. Me salvó el día de la tragedia por un conducto subterráneo que me trajo hasta esta cueva con todo equipado: suministros para unos días, ropa de recambio y un pequeño baño. Pero el conducto por el que llegué ahora está hecho escombros, tampoco quiero que me invadan los zombies. Y siento decirte que no podrás usar tu móvil porque no hay electricidad. -dice lo último casi riendo.
-¿Cómo puedes sonreír en una situación así?
- Las cosas ya van muy mal e intento mejorarlo un poco siendo optimista, como hacía mi madre. Perdona, señorita histérica. -frunce el ceño y después se ríe.
- ¡Pues no hace gracia, vale! ¿Cómo piensas que vamos a sobrevivir rodeados de esas abominables criaturas?
- He aprendido muchas cosas de pequeño en los laboratorios de mi padre y descubrí que él y los otros de su empresa estaban sacando un plan, una forma de parar todo esto. No sé de qué plan se trata, eso lo tenemos que averiguar nosotros. -me explica.
- Vale... Vale, vale, vale, vale... -intento calmarme, pero no lo consigo y grito lo más fuerte que puedo con frustración.
Luke se tapa los oídos y me mira sonriendo.
- ¿Mejor?-me pregunta.
- Sí, averigüemos de qué plan estaba trabajando tu padre.
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Apocalipsis final
Science FictionEl mundo está acabando ante mis ojos. Me encuentro sola en este infierno, pronto me infectarán y la Apocalipsis se apoderará de la Tierra. Pero tengo que evitarlo, y lo evitaré con él. El fin de nuestro planeta será el comienzo de una nueva era. U...