You don't know me (SpaMano)

Capitulo 4 - El cejotas

Capitulo 4 - El cejotas

Antonio observo el cielo completamente despejado que se reflejaba en sus ojos que parecían vacíos mientras en su mano izquierda sujetaba un reloj circular y blanco.

Estaba medio sentado en una mesa negra perdido en el firmamento con una mirada tan vacía que a simple vista se podia notar que no estaba atendiendo a su alrededor, simplemente su cabeza había apartado sus preocupaciones dejando un mero espacio, un espacio que quería ocupar con el color azul intenso del cielo primaveral.

La puerta de la sala se abrió lentamente.

El italiano clavo la mirada en el cuerpo inmóvil del mayor y antes de soltar nada cerro la puerta y se sentó a su lado mirando al mismo punto en el cielo intentando buscar algo especial en este, una nube, un ovni, lo que sea. Se giro para pedirle una explicación, llevaba 5 minutos esperando por él. Pero abrió la boca y la cerro mordiéndose el labio para fijarse en el cielo reflejado en los ojos de Antonio.

En ese fue en el momento que él se quedo inmerso en la mirada de Antonio por un par de segundos.segundos. Antonio giro lentamente su cabeza y sus miradas se cruzaron. El mayor llevo su mano a la mejilla de Lovino acariciándola y mirándole con una sonrisa cargada de cariño.

"Lovino" Antonio movió sus labios formando el nombre del menor.

El viento se colo por la ventana descolocando el pelo de ambos.

-¿Que...?-musito Lovino mirándole.

Antonio empezó a escribir letras en la mejilla de Lovino "Eres cálido". Sonrió y se dejo de apoyar en la mesa para colocarse delante de él y inclinando la cabeza preguntándole con este acto un "¿Nos vamos?".

-No tienes que acompañarme siempre a casa bastardo-solto Lovino saltando se la mesa para poner los pies en el suelo situándose justo delante de él.

La puerta del cuarto se abrió con un leve chirrido dejando a la vista a un ingles que al verlos frunció en ceño.

-Antonio Fernández Carriedo-dijo con una voz demandante haciendo que Antonio clavase su mirada en él -Ayúdame con esto ,ya-.

El español suspiro y miro a los ojos de Lovino dedicándole una sonrisa cálida.

"Vuelvo en un par de minutos" escribió sobre el antebrazo de Lovino.

Antonio camino hacia el ingles y lo miro mientras este le daba una serie de papeles. Arthur coloco una mano sobre el hombro del español y luego lo miro a los ojos mientras le decía algo bastante molesto.

"No le toques" pensó Lovino observando la mano del ingles que descansaba sobre el hombro de Antonio "No le mires" su pecho sintió una apuñalada que lo atravesó de lado a lado.

Lovino salto de la mesa y camino hacia la puerta agarrando la muñeca de Antonio. Abrió la puerta y lo saco de la sala dejando a Arthur solo, después de esto sin lugar a dudas el cejotas lo odiaría de ahora en adelante. Pero le molestaba que hablase con Antonio, le enfurecía.

Abrió la puerta y tiro de Antonio cerrándola una vez ambos salieron del cuarto con un portazo.

-Me voy a casa contigo o sin ti-Lovino soltó la mano de Antonio y se dispuso a irse pero el español agarro su muñeca y levanto indice indicándole que le dejara solo un minuto mas.

Lovino frunció el ceño y observo como Antonio escribía "Tengo prisa Arthur, te veo mañana, prometo ayudarte" y abría el cuarto donde se había quedado el ingles llevándose por parte de Arthur unos gritos en ingles mientras le agarraba de la bata sin dejarle chance a Antonio para escapar.

-Me voy-soltó Lovino caminando hacia la salida del hospital murmurando palabrotas.

Si hubiese estado atento a que se oían pasos corriendo detrás de él no habría colocado su mano en la puerta dispuesta a empujarla y se habría girado para encontrarse con el español corriendo detrás de él.

Antonio no paro cuando debía y termino teniendo que usar sus manos que apoyo contra la puerta para no darse de narices contra ella acorralando a Lovino que se había quedado paralizado con la mano sobre la puerta de cristal.

-Lovino- un hilo de voz floto en el aire.

El italiano se giro mirando a Antonio.

Fue su imaginación, sin lugar a dudas, Antonio no había hablado, no podía hablar. Un pensamiento tan estúpido no debía haber cruzado la mente de Lovino.

-¿Qué haces bastardo?-pregunto Lovino mientras Antonio dejaba descansar su cabeza en el hombro del menor.

Antonio deslizo su mano por el cristal y se detuvo al encontrar el brazo de Lovino el cual agarro y escribió sobre su pie "¿Acaso pensabas dejarme detrás? Por favor, no lo hagas".

Antonio miro a Lovino a los ojos y el corazón de Lovino empezó a golpear pidiendo atención aunque el único que recibía atención era el español y su dulce pero melancólica sonrisa.

-Pero el cejotas te necesitaba- replico Lovino.

"Prefiero estar contigo antes que ayudar a Arthur" escribió Antonio en la piel de Lovino consiguiendo que el menor se sonrojara pero mantuvo su compostura.

-Si no ibas conmigo te ibas con Arthur ¿Verdad?- pregunto Lovino cruzándose de brazos.

¿Que hacia? ¿Entrar en un ataque de celos?

Patético. Lovino aparto la mirada en un intento de salvar su dignidad.

Antonio movió sus labios diciendo algo que Lovino no entendió.

-¿Que?-pregunto intrigado.

Antonio sacudió la cabeza restandole importancia al asunto y escribiendo en el brazo de Lovino "Quiero ir contigo, tú eres tú y Arthur es Arthur y yo quiero ir contigo no con Arthur".

Gil observo a el canadiense mientras los demas pasaban a su lado pero nadie le hacia caso, todos tenían prisa y no se fijaban en que el menor estaba pidiendo atención.

Gilbert agarro su mano y tiro de él llevándoselo a un pasillo menos transitado.

-¿Que necesitas?-pregunto Gilbert agarrando su antebrazo.

Matt bajo su mirada no queriendo mirar a Gilbert a los ojos.

-Yo quería preguntarle a los demas si necesitaban ayuda pero parezco invisible-susurro Matt provocando que Gilbert lo agarrara del mentón y le besara.

-Yo si te veo-Gilbert rompió el beso durante unos segundos para decir estas palabras pero luego le beso, le beso mordiendo su labio inferior pidiendo permiso para entrar, sabia a sirope de arce ¿Como la gente no podía ver lo adorable y tierno que era? -Ich liebe dich-.

-Yo...yo también Gil...-tartamudeo torpemente el canadiense avergonzado.

-Normal, soy genial- sonrio con picardia Gilbert colocando sus brazos alrededor de la cintura de Matt.

-Lo acabas de estropear-se rio Matt por lo bajo acercandose mas a Gilbert.

Se alegraba de que él fuese el único que lo notara, solo le necesitaba a él, a él y a nadie mas...