- Gracias, Takashi - Dije sin subir la cabeza.
- ¿Por qué? - Su voz ahora era más suave, levanté la cabeza y lo miré.
- Por quererme - El color rojo subió rápido a sus mejillas y giró su cara para que nuestros ojos no se encontraran - Quien es el qu...
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LA CACHETADA
21 de enero, 2005
Ya se habían acabado las clases así que me encontraba recogiendo mi mochila. Kaori ya se había ido, dijo que hoy tenía que ayudar a su madre en la tienda, así que me coloqué la mochila en mi espalda y me fui de la clase sola.
Por el camino hacia la salida me encontré y saludé a muchas chicas del club de costura, estaban por todas partes. Al llegar a la puerta de afuera, vi a Mitsuya esperándome y me dirigí hacia él.
Este estaba recostado en su moto con la mirada perdida. Llevaba puesta una chaqueta negra que le hacía que se le marcaran un poco sus músculos y su figura y que tanto me gustaba. Al acercarme un poco más pasó su mirada en mi cuerpo, mirándolo de arriba a abajo para luego mirarme a los ojos.
- Hola (T/A), me acaban de llamar unos amigos y antes de pasar por casa tengo que ir a un sitio, si quieres acompañarme será un momento - Dijo mientras me daba su casco.
- Claro, no te preocupes - dije mientras cogía el casco y me lo ponía.
Él ya se había sentado en la moto así que me senté detrás de él. Entendí que debía ir donde la pandilla, así que acepté.
- Mientras tus amigos no me revienten a puñetazos, todo bien - Mitsuya se limitó a reír. Tenía una risa hermosa.
- ¿Cómo lo sabes? - me preguntó, empezó a acelerar con su moto así que me abrace en su torso.
- ¿Qué formas parte de la Tokyo Manji? Hoy entré en la habitación de mi hermana y vi una foto de la pandilla. Tú salías al lado de un tipo muy alto. Salías muy guapo por cierto, tu sonrisa es muy bonita - dije. Me fijé en el retrovisor y pude ver a Mitsuya con una sonrisa elecrizante.
- Te gusta mi sonrisa (T/A), vaya no creía que te gustarán pandilleros. - Rodé los ojos ante su comentario.
- Solo he dicho que me gusta tu sonrisa Mitsuya. No te emociones.
- Que pena, ya me estaba haciendo ilusiones. - Soltó con una falsa indignación.
Mitsuya empezó a ir más despacio y finalmente soltó un - ya llegamos.
Llegamos a un sitio que parecía un templo. Nos recorrimos un buen rato en moto para llegar hasta aquí. Este lugar estaba a las afueras de Tokio. Estaba repleto de gente vestida con uniformes negros. Había gente que reconocía haberla visto en la foto de Aneko.
Mitsuya aparcó en donde había más motos y se bajó. Me bajé a continuación dándole el casco. Mitsuya se giró después de ver el panorama y me cogió los hombros con delicadeza.
- Espérate aquí junto a mi moto y no te separes en ningún momento ¿vale? - Dijo con cara de preocupación. Parecía que se arrepentía de haberme llevado hasta aquí.
