My Love, My Life...

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Charles observaba atentamente la pintura frente a sus ojos, mostraba genuino interés, sin un atisbo de aburrimiento, parecía un asombrado juez a punto de dar su veredicto acerca de esta obra realizada por Vicent Van Gogh, Erik lo miraba de reojo tratando de fingir interés en la pintura que se encontraba frente a él, la.... La noche estrellada sobre el rodando, pero simplemente no podía evitar mirar al pequeño telépata tan interesado en cada obra, sus ojos azules brillaban mientras él era el receptor de una perorata acerca de la historia de cada pintura, para ser honestos, Erik ignoraba el 90% de lo que el ojiazul le estaba diciendo, estaba más concentrado en el propio hombre más que en su vehemente discurso, admiraba el porte elegante que había adoptado, con la cabeza erguida y las manos en los bolsillo de su pantalón, aveces sacaba la mano derecha para acentuar lo que decía, una socarrona sonrisa adornaba su rostro, enorgulleciendoce de su vasto conocimiento, seguramente adquirido por los incontables libros que hubo leído desde que era infante; se perdía en la manera en que pasaba inconscientemente su lengua por sus labios carmesí, aveces frotaba con insistencia y suficiente fuerza su nariz, más que un tic como si una alergia lo estuviera atacando.

"Adorable" pensó Erik

Y no era la primera vez que tenía esa clase de pensamientos, desde que se les encomendó... O, mejor dicho se encomendaron la tarea de solos reclutar a los mutantes para formar un equipo contra el bastardo de Shaw; hacía ya unos 5 días no había podido refrenar esa serie de pensamientos acerca de Charles, el hombre era  simplemente encantador, atractivo, adorable, aunque tenía que mantener esos pensamientos a raya siendo el otro  un telépata, no queria que  se enteráse, ni siquiera el lo podía admitir, el es heterosexual cierto... Cierto?

La excepción es Charles, debe admitir que algunas veces ha tenido que saciar su virilidad en la ducha mientras piensa en ese perfecto trasero redondo.
Pero es solo eso, Erik no es gay, claro que no, solo es por Charles, el único por el que  haría algo así y, que imagine o llegue a tener una ereccion por su compañero de viaje no significa que sea homosexual, no si es una sola persona.

De pronto volvió al lugar donde estaban, en el museo, volvió a posar fijamente su mirada en el telépata y ya no pudo contener sus deseos por más tiempo.

"Al diablo la heterosexualidad, si no cierras la boca te callaré a besos"

Tal vez fue porque pensó demasiado alto, o su mirada era por demás pervertida mientras se acercaba a Charles como un león a su presa, pero el susodicho calló su perorata y lo miró con un enorme sonrojo en las mejillas y hasta las orejas.

—E-Erik—dijo con los ojos un poco más abiertos de lo normal mientras sus mejillas se ponían más  sonrosadas de lo que ya estaban—que... —no pudo terminar de formular la frase cuando Erik estampó sus labios contra los suyos.

Charles tenía los ojos bien abiertos, las manos levantadas a la altura de la cadera con las palmas abiertas de la sorpresa, pero a los dos segundos pasó su mano izquierda por la espalda de Lenhsherr mientras que la derecha viajó hasta su sien, haciendo que los demás presentes en el salón quedarán inmóviles un rato.
Cuando cortaron el beso por la necesidad de oxígeno Charles habló en un susurro
–Erik... Aquí no... —siguió otro beso más corto pero más brusco
—¿por qué no? utiliza en algo bueno tu telepatía.
—es un lugar público—contestó en un exitado susurro
Erik sonrió con todos sus dientes con la mirada llena de lujuria—Eso lo hace más divertido.

Charles soltó un jadeo y abrazó con sus piernas la cintura de Erik mientras esté enredo su mano en los castaños cabellos y la otra en el muslo, corrieron para el baño más cercano y en cuanto cerraron la puerta del cubículo las personas previamente inmovilizadas volvieron a tener control de su cuerpo.

𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎𝑠 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎𝑠 𝐶ℎ𝑒𝑟𝑖𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora