El Florecimiento Del Loto

Varado

Me gusta mucho compartir imágenes de Jiang Cheng al principio de los capítulos. El trabajo de hoy es de la artista "felis_selta", este es su nombre en Twitter, no olviden darle amor y si les gusta su trabajo síganla. 

Buscaré al autor de la imagen del capítulo anterior también y les pondré la info en el siguiente capítulo.

Ahora si que comience el capítulo.

---------------------------------------------------

La puerta se cerro con tanta fuerza que cuando el sonido se extinguió dio paso a un terrible silencio.

Jiang Cheng miraba fijamente la puerta, temía que si se movía aunque sea un centímetro su visitante regresaría para continuar con su castigo. Tenía miedo y solo esperaba la confirmación de quien lo había asustado de ese modo se hubiera ido. Cuando escucho un auto en movimiento alejándose pudo respirar de nuevo.

La fuerza que lo mantenía de pie lo abandono y cayó al suelo de rodillas. El impacto fue tan duro que los cristales del suelo cortaron la tela de su ropa y se incrustaron en su piel. Su cuerpo comenzó a temblar y la piel empezó a sangrar. Incluso si el dolor era palpable, sólo había una cosa que ocupaba la atención de Jiang Cheng, la conversación que sostuvo con su madre hace escasos minutos. Tan solo termino con la poca calma que le quedaba.

Recordaba que estaba por preparar la cena cuando el timbre de su hogar sonó. Le pareció muy extraño ya que no esperaba visitas, después de su boda nadie le llamaba, ni los vecinos se acercaban. Basto con dar una mirada por la ventana para saber que su madre había llegado, sintió un escalofrió recorrer su espalda y fue de inmediato a abrir.

Yu Ziyuan paso delante de él sin mirarle, dirigiéndose a la sala tomando asiento en el sofá central. Jiang Cheng no esperaba un saludo así que cerró la puerta y fue a preparar té para servirle a su madre, es lo que una buena esposa hace ante una visita, especialmente si uno de sus progenitores se presenta.

Su madre tenía el mismo aspecto de siempre, elegante e impecable. Su rostro permanecía neutro e ilegible. Ella siempre estuvo presente en su crianza, pero eso no hacía más fácil adivinar lo que pensaba, lo único que le quedaba claro era que mientras el estaba en la cocina, su madre evaluaba a detalle cada aspecto de su hogar. Se sentía sumamente nervioso pese a que pasaba la mitad del día asegurándose de que cada rincón de esa casa brillará de limpio y que nada estuviera fuera de lugar. Debía ser perfecto.

Tanto los Lan como los Jiang no aprobaban que otros se hicieran cargo de las responsabilidades del hogar, por ende las esposas o donceles tenían la tarea de encargarse de limpiar, cocinar, hacer las compras... No importaba que pudiesen pagar a otro para que realizara los labores domésticos, era mal visto depender de este tipo de servicios, ya que permanecían en casa mas de la mitad de su tiempo.  No había excusa para no ocuparse del orden de esta. Solo había una excepción a la regla, si el matrimonio tenía hijos podía contratar servidumbre para enfocarse totalmente a la crianza de los niños.

Una vez listo el té lo sirvió a su madre con cuidado y espero a que ella iniciará la conversación. Se sentó en el sofá que estaba enfrente a ella y espero pacientemente lo que tuviera que informarle. Fueron minutos en total silencio y pudo sentir como el ambiente se hacia pesado. Yu Ziyuan tomo la taza de té y antes de dar un sorbo comenzó a hablar.

-La casa es hermosa, parece que tomas en serio tu deber de esposo-. Jiang Cheng parpadeo perplejo ante el comentario positivo de su madre, sintió por un segundo alivio y cambio su expresión rápidamente. Una tímida sonrisa se dibujaba en su rostro.

Yu Ziyuan dio otro sorbo de té y continuo-Entonces dime ¿Por qué aún no hay un anuncio sobre el próximo nacimiento del heredero Lan?-. El poco alivio que se había alojado en su pecho fue suplantada en el acto por pánico. -Han pasado 9 meses desde la boda y aun no estas embarazado, ¿acaso quieres ser abandonado?-. Cada palabra dicha mantenía un tono de voz calmo, pero Jiang Cheng sabía que en verdad estaba furiosa. Su madre le miraba directo a los ojos atenta a su respuesta manteniendo la misma expresión neutra.