•[IV]•

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Experimento 467(Carina)

Tras pasar un rato en silencio y concentrarme en comer, pude observar que, conforme "Experimento 666" se abre camino entre las mujeres , todos parecen apartarse de ella, como si tuvieran miedo a tocarla, ella usa una blusa de tirantes azul, desgastada y unos simples jeans negros, gracias a la blusa, se pueden apreciar sus músculos, y sus manos, dios, ¿como es que alguien puede lucir tan sexy vistiendo de esa manera? La miro minuciosamente, sus movimientos son precavidos, sus ojos son tan expresivos que aún sin conocerla puedo saber que su mirada dice "cállate" o "Portate bien", con cada estruendo los músculos de su espalda se tensan al igual que su quijada. Aparto mis pensamientos y me dirijo hacia ella.

-Mhm, ¿disculpa?-me acerque por atrás tocando su hombro, sintiendo como se ponía derecha a la par que sus músculos se tensionaban y sin darme cuenta, estaba acorralada contra la pared más cercana, con su brazo sobre mi cuello y mis manos sujetadas por su mano libre, mi respiración se aceleró pero nunca aparte la mirada de sus ojos, aquellos que cambiaron a una tonalidad más oscura y brillosa, su mandíbula estaba apretada, sus cejas fruncidas y sus mejillas infladas, en otro caso, ésta situación sería completamente excitante, en cambio, me asustaba morir asfixiada con pensamientos calientes hacia mi agresora- Hey, Hey-le dije como pude, intentando agarrar aire inútilmente- no te voy a... hacer daño- empecé a moverme mientras ella agregaba más presión hacia mi.

-¡EXPERIMENTO 666 DETENTE¡-
-¡EXPERIMENTO 666 SEGUNDA LLAMADA! -se escuchó de nuevo -¡EXPERIMENTO 666!
-¡BISHOP! - Y me soltó.

Caí a sus pies, acariciando mi cuello, como si de alguna manera eso me ayudara a recuperar el aire perdido, alce la mirada y ella se encontraba ahí, mirándome sin hacer absolutamente nada, solo mirando.

-¿Qué diablos te sucede?-murmuré entre dientes, aún acariciando mi cuello-Casi me matas. Come potresti avere quella forza(Como es posible que tengas esa fuerza)...-seguí maldiciendo pero ahora en mi idioma.

-Yo-Yo-Perdoname- se veía asustada, sus manos temblaban, me tomó de ambos brazos alzandome fácilmente, como si mi peso fuera insignificante para ella- ¿te hice daño? - tomó mi cuello, revisandolo-

- Sei stupido? Mi hai quasi ucciso (¿Eres estúpida? Casi me matas) -repetí tomando ambas manos alejandolas de mi-Maledetto (joder) - tosí un poco y mire a mi alrededor, todas nos miraban, angustiada les devolví la mirada, todas lo hacían con pena, con lástima- ¿Qué ven?- hablé haciéndome escuchar entre todo el silencio creado alejándome de ahí unos cuantos pasos .


Una de las chicas que entró conmigo se acercó a mí, con una botella de agua, dando pasos cohibidos- Esto puede ayudarte - me tendió la botella, y pude apreciar los moretones en sus pómulos y parte de la frente- Me dijeron que la única regla era no tocar a Bishop. Supongo que es ella-soltó una pequeña risa, mientras jugaba con sus propias manos y miraba sus zapatos-Soy Teddy-me tendió la mano-y creo que estamos igual de solas-soltó otra risa nerviosa, tocandose esta vez el cabello con su mano libre-

-Soy- carraspee- Soy Carina-estreché su mano sonriendo de lado- gracias por-miré la botella-gracias por el agua-ella hizo una leve mueca mirando hacia atrás, seguí su mirada y "Bishop" estaba mirándonos, tan fijamente que daba miedo, le sostuve la mirada un poco hasta que me rendí, no iba a disculparme por tocarla, y ella definitivamente no iba a disculparse conmigo tampoco- ¿Vamos a otro lado?-le propuse, y así pasó mi tiempo, hablando con Teddy, a quien le habían ofrecido un puesto en el Hospital Grey Sloan Memorial de Seattle como doctora, pero antes de llegar, un par de sujetos la tomaron por la fuerza, y así terminó aquí. Por otro lado, Bishop no ha intentado acercarse, por alguna razón, cuando topamos miradas ella la desvía. Teddy y yo pasamos un poco más de tiempo hablando, por su forma de ser y hablar de sus 'amigas', mi gaydar dice que probablemente sea  bisexual o lesbiana quizás, pero aun no hay esa confianza, así que por el momento me guardaré mis sospechas.


De un momento a otro, suena una alarma insoportable, no hay forma de averiguar por donde sale el sonido, Teddy y yo nos separamos y en algún momento terminé siendo jalada por Bishop, todas las chicas corrían, parecían asustadas, unas chocaban y otras simplemente caían, éramos como mínimo 50 chicas, algunas tenían moretones en sus piernas o brazos, unas tenían ojeras y algunas costras en la piel, otras como Bishop tenían bastante masa muscular, y luego están las que eran como yo, tan delgadas que parecía que en algún momento caerían. Todo pasó en cámara lenta, de un momento a otro estaba en mi jaula, la reja estaba emparejada, la de las demás chicas también, todas estábamos en donde un inicio, y lentamente se abrió una puerta enorme, tan grande que llegaba al techo, demasiado escalofriante. Me acerqué más a la reja, y logré ver a un señor, quizás de 70 años, pelo blanco y lentes, el típico hombre malo que veía en las películas. Todo parecía irreal. ¿Qué era todo esto? ¿Porqué nos ponían un número?¿Qué nos hacían? Y sobre todo ¿Por qué ninguna hacía algo para salir?. Ni siquiera me tomé el tiempo de preguntar qué era todo esto, me limité solamente a ver. Detrás de ese señor aparecieron tres guardias, todos lucían igual, estaban con pasamontañas, una gran chaqueta azul y tenían consigo látigos y una pistola. Uno de ellos se acercaba a la jaula <<oh no, no, no>> pensé mientras me alejaba de él y miraba a Bishop en señal de ayuda, ella se colocó frente a mí, distraídamente, él guardia abrió la reja, sacó el látigo y nos miró.


-Gatita, ¿No querrás ser parte de esto verdad?- murmuró mientras golpeaba la reja lentamente-Muévete- demandó

Asustada la tomé del brazo, mientras veía sobre su hombro, rogando para que no me dejara a mi merced, cosa que no sucedió.

Ella bajó la mirada y lo dejó entrar. ¿Qué me iban a hacer?.




Sálvame •|• Marina Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora