Regreso a clases. Si bien, nunca había sido un tema agradable para la comunidad estudiantil, puesto que la vacaciones daban por concluidas, mientras un salón ansiado, que esperó por dos meses, sería ocupado nuevamente. Irónico, ¿no es así?
En cambio, existía otra variable que lo era aún más, me refiero a mi. Me encontré en un estado de fascinación por saber que tomaríamos clases un año más. El semestre antepasado no fue de los mejores, y ahora que mi salud estuvo mejorando, se me permitió regresar a clases presenciales. Pues, aquella enfermedad que adquirí a los cuatro años afectó mi proceso de vida, no destruyó, pero si me impidió disfrutar de varías etapas y acontecimientos que brevemente llegué a experimentar. Hasta perder a la persona que más quería, mi madre, por quien contraje el mismo padecimiento.
Corrí lo más que pude por el pasillo de la última planta, dirigirme hasta mi salón se complicó al tener inicios de fatiga y un leve punzón en el pecho, debía detenerme o de lo contrario colapsaría. El pitido constante del marcapasos puesto en mi muñeca indicaba mi pulso, se había elevado. Si mi padre se encontrara conmigo, un buen sermón se estaría colando por mis oídos, inclusive podía escucharlo en mi subconsciente sin él estar aquí. Disminuí la velocidad, a cortos pasos llegué al salón, asegurándome que fuese el correcto levanté la cabeza para visualizar un pequeño letrero color azul en la equina derecha del marco de la puerta, con el número y letra del grupo: "B-3", tenía escrito. Entonces ingresé, pronto acaparé la atención de varios, sin aún mirar al resto ya podía sentir sus miradas puesta en mi cuerpo, que disminuía de tamaño entre más caminaba por las butacas, eligiendo la penúltima situada en la fila de ventanas. Pues, el aire que se cuela entre ellas me beneficiaba mucho, como también no me sofocaba fácilmente.
De repente la presión se esfumó, por dos voces provenientes de mis amigos que hicieron un llamado con mi nombre. La fémina comenzó a caminar veloz hasta mi asiento, en el camino analicé su apariencia, evidentemente realizó un notorio cambio desde el cabello hasta lo reluciente de sus zapatos. Su color cafe claro en el cuero cabelludo le quedaba bastante bien, como era de esperarse mejoró en sus técnicas de maquillaje, el rostro le lucía más pequeño y afeminado, de lejos se notaba irreconocible, toda una chica renovada. Pero ante esos cambios, quedaba restos de ella, su actitud; explosiva como caótica. Y le acompañaba el varón de cabello ahora teñido de rubio, anteojos falsos así pareció y un chaleco de lana puesto encima del suéter escolar. Él no había tenido un cambio tan notorio como el de mi querida amiga, su comportamiento perduraba timidez, en cambio los anteojos fueron algo nuevo.
- ¡SunWoo, estás aquí! -con una emoción indescriptible se abalanzó a mi cuerpo, acogiéndolo con sus brazos para darme un apretón en los costados. Pudiendo sentir una sensación llena de gozo y cariño, a pesar de habernos saludado el día de ayer, ella se encontraba emocionada por vernos de nuevo. Y esa alegría tocaba mi corazón, transmitiendo el mismo sentimiento mutuamente. En efímero tiempo nos distanciamos, para mirar con mayor precisión nuestros rostros, pudiendo observar la enorme sonrisa pintada en el mismo. Fue inevitable no sonreír de igual manera. Su nombre era Kim Jennie, o bien Jen, chica de unos padres empresarios con varias pasteleras en la ciudad y fuera de la misma, además de bonito rostro y cuerpo, también era muy buena cabalgando. Su buen desempeño en el mismo se veía reflejado por las incontables medallas que había ganado, y su carisma la posicionó como la chica más popular del instituto. Era increíble, el único problema que tenía era ilusionarse muy rápido por un chico, y esto la torturó por varios años, hasta ahora con su enamorado de la secundaria que así mismo estudia en el mismo instituto.
- Por un momento creímos que no vendrías. -comentó el chico de mejillas regordetas, situado a un costado de Jennie. Sonreí en respuesta, me puse de pie y elevé un poco la mirada para responderle, sus diminutos ojos se posaron en mi curiosos, siendo un acto completamente tierno para mi.
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perfect + Jungkook
RomanceSí, es correcto, él era perfecto en todo sentido. Inclusive para transmitir vida, y cuanto más necesitó SunWoo, el amor por él también acaparó su corazón. 𝖏𝖊𝖔𝖓𝖙𝖙𝖝. | 2022