CAPITULO 53

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Amaneció y la sirena de la cárcel sono despertando a todos allí adentro, Luiggi se levanto e hizo lo que el guardia le indicó, pero ni bien salió de su celda fue abordado por los otros presos

—Hola cenicienta aquí está tu príncipe que te hará feliz jajajaja

—¿A quién extraña este corazoncito de caramelo? Jajaja

—Oye tú eres guapo y delicadito se ve que te sabes cuidar tu piel tan tersa, jajaja como una adolescente mi princesita

Con las burlas encima lo arrinconaron para empujarlo y seguir burlándose más cuando comenzó a soltar unas lágrimas pues se sentía impotente de regresar las vejaciones, unos guardias tocaron sus silbatos y ordenando desplegarse fue la única forma en que lo dejaran en paz

Al llegar al comedor se encontró para su suerte con una mesa completamente vacía, tomo su charola de comida y se sentó allí, los demás presos lo observaban y se notaba que se burlaban a sus espaldas, casi terminaba cuando un hombre muy fornido muy alto con la cabeza sin un cabello y tatuado por todas partes con imágenes de muerte se le sento al frente de Él en la misma mesa y le dijo

—Hola princesita asi que te llamas Luiggi Lombardi el señor empresario el magnate de las putas jajajaja, pues para tu información aquí soy yo el dueño de las putas y tú rubiecito serás mi puta jajajaja, siempre quise probar a un riquillo debes ser tan delicado jajajaja

Los demás lo conocían lo desgraciado, sádico, maldito que era Bronson ya llevaba allí 12 años y tenia cadena perpetua por homicidio, tenía su harem allí adentro, todos le temían, pero los amigos de ese preso se carcajeaban por el destino que le esperaba al rubiecito

Luiggi solo lo observaba pero no articulaba palabra alguna, solo pensaba para sus adentros que le esperaba un infierno en esa cárcel, sono el timbre y todos se levantaron para salir al patio, Bronson le agarro de la nuca empujándolo y diciendo

—Vamos putita acompáñame sigue caminando —Luiggi quiso zafarse para irse pero el agarre de ese mastodonte no lo dejaba, más vale lo sacudía riéndose y los demás se le burlaban, se sentaron en una banca donde los demás se sentaron en el suelo rodeándolos

Bronson le acariciaba el cabello lo toqueteaba mientras Luiggi viraba su rostro a cada momento las risas eran estridentes que llamaban la atención de los otros presos a lo que el mastodonte le advertía

—Tú decides si aquí es tu infierno o tu paraíso nenita linda mmmm que piel tan tersa—le paso la lengua por una mejilla diciendo —Mmmmm que rica estas...me muero por probarte bien dicen que los riquillos se cuidan, pero aquí no eres nadie...solo vas a ser mío

Luiggi estaba asustado ese hombre era un gigante un animal enorme, tenía miedo tenía terror de que iba a ser abusado que lo iban a usar como Él lo hacía con esas mujeres vírgenes que secuestraba para hacerlas trabajar en sus prostíbulos

Su cuerpo comenzó a temblar lo que el mastodonte lo noto en ese mismo momento y lo atrajo para abrazarlo y decirle

—¿Estas temblando mi amor? Oh vaya no tengas miedo, te voy a cuidar, te voy a dar lo que tengo, sé que te va a gustar princesita jajajaja

Un guardia llego hasta ellos y llamo a Luiggi diciendo

—Lombardi tiene visita su abogado necesita hablar contigo muévete

Para Luiggi esa fue una salvación se levantó soltándose del agarre de Bronson que le lanzo un beso volado a las risas de los demás, pero siguió caminando junto al guardia iba cabizbajo temeroso de su suerte allí adentro

TU CITA A CIEGAS FUI YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora