02

1K 187 22
                                    

Ya estando en la entrada de la casa encantada, los chicos pidieron cuatro pases y esperaron a que el grupo de personas que estaba dentro, acabaran de visitar todo el lugar. Podían escuchar los gritos desde afuera y eso solo les causaba más ansiedad y nerviosismo.

Felix se encontraba jugando con el brazo de Minho, lo pellizcaba suave y también apretaba mientras que el de cabellos naranjas miraba su celular. Seungmin andaba hablando demás lo cual era un indicador de lo ansioso que estaba y obviamente aquello no paso desapercibido por nadie.

-Minnie, puedes tomar mi mano si tienes miedo.

-Cállate, Lee, yo no tengo miedo.

-Sí, claro... -dijo burlón.

-Te lo demostraré.

El único tranquilo y calmado de los cuatro era Jeongin, quien hasta bostezó en mitad de todos los gritos como si fuera alguna clase de relajante para él. La verdad hubiera preferido meterse a otros juegos, pero lo que sea por la ilusión de sus amigos.

El grupo de personas comenzó a salir de a poco, algunas temblaban en sus lugares sosteniéndose de su acompañante, otras trataban de ocultar las lágrimas y solo un par salió como si nada hubiese pasado ahí dentro.

La chica que entregaba los pases sonrió y miró al nuevo grupo dándoles las bienvenida. Antes de hacerles entrar a la casa, les advirtió que si alguien sufría de asma o problemas en el corazón lo más recomendable era que no participara y si aún así lo hacía, sería bajo su propia responsabilidad.

La gente comenzó a entrar y cada uno tomó caminos distintos. Primero todo estaba tranquilo, veían las decoraciones antiguas del lugar y disfrutaban del olor a madera. El lugar se encontraba alumbrado hasta que unos gritos desgarradores se escucharon junto a el sonido de un cuchillo atravesar un cuerpo una y otra vez. Todo quedó en casi una profunda oscuridad porque aún era iluminados por una tenue, casi inexsistente, luz verde.

El primer grito del público se escuchó cuando a una mujer le tocaron el brazo llenándolo de sangre falsa comenzando así, la verdadera actuación. Monstruos con machetes comenzaron a salir de varios lados y uno de estos atacó a su propia raza sacándole los intestinos y uno que otro órgano.

Minho se escondió detrás de Seungmin ante tal sangrienta escena mientras que el segundo mencionado, tomó el brazo de Felix con fuerza como si con ello fuera a calmarse. Jeongin estaba a punto de decirles que no había que temer tanto, pero sus amigos ya habían salidos disparados dejándolo solo y a la vista de todas esas bestias.

Un suspiró salió de sus labios cuando todos los actores lo miraron. Les felicitó en voz alta por su gran esfuerzo y continuó el camino a un paso calmado. Si alguien lo viera parecería que caminaba en un bonito campo lleno de flores.

Ahora tenía que ayudar a buscar la llave para poder escapar de la casa o simplemente sentarse a un lado a esperar que alguien más lo haga. Decidió tomar su primera opción ya que al ver al grupo de personas que le tocó, estar tan asustadas, estaba seguro que ninguno la encontraría. Estarían más ocupados en correr y gritar.

Entre tanta telaraña y suciedad en todos los objetos de la casa, Jeongin encontró un mapa de la casa en donde señalaba el lugar exacto de la llave. Sonrió contento de su gran logro y comenzó a tratar de guiarse entre toda la oscuridad.

Mientras caminaba escuchando todos los gritos de diferentes personas, vio algo en el suelo a lo lejos, era como una bola de tela en mitad del pasillo así que se acercó a ella para poder quitarla. Alguien podía pasar corriendo y tropezarse con eso. Pero cuando quiso agarralar, esta no era para nada suave o livina. Además, un pedazo de tela no gritaría.

-¡Hey, casi me matas del susto!

Jeongin levantó una ceja confundido y vio como el supuesto pedazo de tela se levantaba del suelo, dejando ver su traje de payaso algo roto y con algunas manchas de sangre. El muchacho se quitó la máscara de la cabeza y mostró su rostro hacia el de cabellos azules.

-No deberías hacer eso estando en un lugar así.

-¿No se supone que eres tú el que debe de asustarme?

El rubio estaba a nada de decir algo para refutar, pero sabía bien que el chico un poco más bajo que él, tenía razón. Él es que el debería causar terror y no lo contrario. Permaneció callado unos segundos pensando cómo defenderse hasta que un hombre lobo casi salta encima de ellos y por inercia, el muchacho alto abrazó a lo primero que vio, es decir, a Jeongin.

-¡Hyunjin, eres un llorón! -dijo entre risas el lobo, quitándose la máscara.

-¡Jisung, ya te dije que no hagas eso! Un día de estos me vas a matar...

-Está bien, no lo volveré a hacer. -respondió aún riendo hasta que se dio cuenta como estaba su amigo.-Oye, pero como que ya deberías soltar al chico, ¿no crees?

-¡Oh, sí, perdón!

Hyunjin se separó de un golpe del peliazul quien ahora tenía su bonita polera morada manchada de la sangre falsa y estaba más que seguro que todo eso no saldría con facilidad. El rubio se dio cuenta de ello cuando prendió su linterna.

-¡Arruine tu ropa! Perdóname, por favor. -suplicó.-Te prometo que la arreglaré, ¡puedo lavarla y dejartela como nueva! No notarás ni una mancha, te lo aseguro. También puedo invitarte algo luego para recompensarlo.

-¿Esa es tu nueva forma de querer salir con un chico?

-¡Han Jisung, cierra la maldita boca!

Jeongin rio ante tal escena ganando la mirada de los contrarios y sobretodo la del rubio quien quedó algo embobado por lo lindo que era el peliazul. No podía ver bien, pero gracias a la luz de la linterna, notó que el chico tenía una hermosa sonrisa.

-No te preocupes por mi polera, de todas formas ya está algo vieja. -añadió.-Pero sí aceptaría tu invitación.

Era comida gratis, ¿quién rechazaría eso?

Por otro lado, Hyunjin sintió los nervios crecer en su interior ante la bellísima sonrisa que le estaba dedicando el chico. Ya no se arrepentía del todo por haberle manchado la polera.

haunted house; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora