Boo!

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Hoy era Halloween.

Todas las casas del agradable vecindario se encontraban decoradas con aquella temática. En los jardines habían calabazas gigantes con rostros y tumbas falsas en donde salían zombies cubiertos en sangre. Los techos estaban cubiertos de telarañas y uno que otro murciélago de cabeza. La mayoría de personas amaba celebrar Halloween y aquel vecindario no se quedaba atrás.

Esta festividad marca el momento en donde los días se hacen más cortos y las noches más largas, creían que los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales. La costumbre era dejar comida y dulces afuera de las casas en manera de ofrenda. Además, es común encender velas para ayudar a las almas perdidas encontrar el camino hacia la luz.

Por otro lado, las personas suelen disfrazarse para ahuyentar a los espíritus malignos, es por ello que el objetivo es tener la apariencia de uno de ellos para evitar ser dañado. Las calabazas eran usadas como métodos de protección contra el temible espíritu jack-o'-lantern, este fruto debía tener caras horrendas para asustarlo y así alejarlo para que no tocara la puerta de tu casa y te obligara a hacer un trato con él o recibirías una terrible maldición.

Halloween tenía una gran historia que muchos en la actualidad desconocen de ella y solo lo celebran por diversión para pasar un buen tiempo entre amigos tomando y bailando en esas típicas fiestas de disfraces. Pero de todas maneras, cada uno debe respetar la decisión del otro. Si gustas celebrar, hazlo. Si no crees en ello, pues continúa con tu vida normal como si fuera cualquier otro día. Cada quien con sus cosas.

Jeongin aprendió esa antigua historia gracias a Hyunjin en el primer Halloween que pasaron juntos. Ambos estaban recostados viendo una película en el mueble de su hogar teniendo a un pequeño canino hecho una bolita en el medio de sus cuerpos debido al frio. El rubio fue quien tocó el tema y el menor entendió la insistencia de Hwang en comprar calabazas y dibujarle feas caras para luego, dejarlas en el jardín poniendo adentro, velas. Solo de esa manera se sentiría algo seguro en saber que la casa estaba protegida porque ese día iban a salir ya que Minho había organizado una fiesta de disfraces.

Hyunjin se había vestido como el Joker y Jeongin como Harley Quinn. Ambos fueron la sensación del lugar. Todos les quedaban mirando porque sus vestimentas eran las mejores gracias a todos los detalles como si fueran las mísmisimas ropas de los actores al igual que el maquillaje. Además, que fueran una pareja, lo hacía el doble de bonito. Eso ocurrió el año pasado, ahora todo estaba mucho más tranquilo. Pasarían la noche en la comodidad de su hogar.

-Innie, amor, ¿has visto a Kkami? -preguntó.-Es hora de su cena.

-Tal vez está en el jardín tratando de destrozar alguna calabaza pequeña como el año pasado... Iré a ver.

El aún peliazul sonrió discretamente y salió de la casa con su pequeña travesura en mente. Tomó al canino entre sus brazos, despertándolo de su sueño y tocó varias veces seguidas el timbre para que Hyunjin saliera. Corrió hacia la puerta trasera y entró en silencio, sacando una máscara de una momia combinaba con la cara de un zombie.

Y así como lo planeó, su novio fue a ver mientras él se acercaba en una forma silenciosa por detrás. Se escondió en la pared en donde había un espacio que lo separaba de la otra, luego escuchó su nombre ser pronunciado y no pudo evitar reír un poco. Cuando vio a Hyunjin regresar su vista dentro de la casa, fue cuando salió de un salto de su escondite en mitad de todo el silencio.

-¡Boo!

Hwang soltó un fuerte grito y su pobre trasero cayó al duro suelo por el gran susto que se llevó mientras que una garritas chocando contra el piso se acercaban a él con velocidad a la par de las risas de Jeongin resonar en el lugar.

haunted house; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora