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El rubio continuó apreciando al apuesto peliazul enfrente suyo y es que de verdad parecía un hermoso príncipe. Él al lado se sentía un simple bufón o hasta un pebleyo que no debería juntarse con la realeza por ser de diferentes clases.

-Hyunjin, como que podrías dejar de mirarlo tanto y hablar, ¿no?

-Han, me tienes harto. Mueve el maldito culo a otra parte y déjame en paz por una vez en tu vida. -bufó.-Le diré a Chris.

-Solo se burlará de ti también y que decir de Changbin.

Hyunjin rodó los ojos y tomó el brazo de Jeongin para llevarlo a otra parte, cualquier lugar sin el de mejillas abultadas que le hacía pasar vergüenza era ideal para él. Estaba seguro que si le dieran una moneda por las veces que Jisung le ha fastidiado, ahora sería millonario.

-Oye... ¿a dónde me llevas? -preguntó el contrario, sacándolo de sus pensamientos.

-¡Oh, perdón de nuevo! Solo quería alejarme de Jisung.

Jeongin volvió a reír por la manera en cómo el rubio se alejó de él y trataba de hacer torpes reverencias a modo de disculpa. El chico tenía algo que le hacía ser gracioso o igual era porque llevaba ese traje de payaso, tal vez daba poderes para sacar sonrisas en los demás.

-Hey, hey, no pasa nada. -aclaró.-Pero ahora que estamos los dos solos... ¿podrías ayudarme a encontrar la llave? Mientras vamos también puedes decirme en que consiste tu invitación.

En las normas no decía que estaba prohibido ayudar al visitante a encontrar la llave así que Hyunjin aceptó con una sonrisa por poder seguir pasando más tiempo con el chico de polera morada cuyo nombre aún no sabía, pero ni en su mente había pasado preguntarle por ello.

Mientras caminaban, a veces el rubio tomaba el brazo del menor por instinto. Odiaba estar en lugares como esos. Aún así no se consideraba el más asustadizo, podía ver muchas películas de terror, pero estar en una casa parecida en donde se cometen asesinatos o pueden haber fantasmas, no creía soportarlo mucho.

-Me parece curioso que trabajes aquí y le tengas miedo al lugar.

-¿Acaso no te parece ni un poco terrorífico?

-Es aburrido.

-¿Y por qué has entrado?

-Por mis amigos. Les hacía ilusión entrar así que lo hice por ellos, pero ya no sé ni en donde están...

-Te iba a decir que buen amigo, pero los has dejado a su suerte. Que malo eres.

-¡No es mi culpa! Ellos se fueron corriendo apenas todo comenzó.

La pareja de conocidos terminó encontrando la pequeña llave dorada y ahora trataban de ubicarse para llegar a la puerta y así poder salir mientras aún escuchaban a las personas gritar como si todo lo que vieran fuera real. Se demoraron tanto que los actores tuvieron que hacer tres shows, cuando normalmente solo hacían dos.

-Por cierto...

-Jeongin. -el rubio sonrió.

-Bueno, Jeongin, ¿te gustaría ir a comer unas hamburguesas luego o prefieres otra cosa?

-No, eso está bien, ¿a qué hora?

-Mi turno acaba a las dos.

-Entonces a las dos me verás caminando por aquí.

Cuando Hyunjin visualizó que ya estaban algo cerca de la entrada, le indicó al menor por donde tenía que ir porque él aún estaba en horario de trabajo y no quería que Chris le descontara su sueldo. Si le preguntaba algo del por qué ayudo a tal chico, le diría que fue por una buena acción hacia el prójimo.

Ambos chicos se despidieron con un movimiento de manos, Jeongin siguió el camino indicado y Hyunjin se colocó la máscara en busca de las demás personas, solo tenía que guiarse de los gritos.

El peliazul tomó el candado de la puerta e introdujo la llave allí para abrirlo, quitó las cadenas y cuando quiso girar el picaporte, unas alarmas se escucharon por todos lados indicando que ya podían salir.

La misma chica que les dio la bienvenida, le agradeció por su visita y ahora le tocaba esperar a que sus amigos salieran del lugar, pero todos comenzaron a salir temblando menos ellos. Se acercó a la mujer cuando vio que estaba a punto de cerrar la puerta.

-Disculpe... -murmuró Jeongin, ganando la atención de la señorita.-¿Podría esperar unos minutos más, por favor? Mis amigos aún están adentro.

Vio la chica fruncir el ceño confundida, ella le pidió un momento y cuando iba a hablar por el walkie talkie, un zombie de baja estatura junto a tres chicos más cruzaron la puerta de escape. Felix caminaba al lado del desconocido y Minho estaba arriba de Seungmin, ambos temblando.

-Los tres estaban escondidos en uno de los roperos... -Jeongin trató de aguantar soltar una carcajada en un intento en vano.-Pero creo que esos dos son los que peor la pasaron.

-Gracias por ayudarnos. -mencionó Felix.

-No es nada, espero que sigan disfrutando de los demás juegos.

Jeongin se acercó a sus amigos con una sonrisa y al ver que Felix se encontraba mucho mejor que los demás, tocó el brazo de Minho quien soltó un chillido al igual que Seungmin.

-¿No que no tenían miedo?

-Cállate y dame un poco de agua.

El peliazul rio y mientras se acercaban a un puesto para comprar una bebida, bajó la velocidad de sus pasos y cuando estuvo lo suficientemente atrás de Minho y Seungmin, los asustó haciendo que el mayor de los dos cayera al suelo causando risas más fuertes en el menor del grupo.

-¡Yang Jeongin!

-¿Qué ocurrió, querido amigo?

-Te voy a patear la puta cara.

Felix ayudó a Minho a levantarse y mientras Yang iba por las bebidas, los demás se sentaron en una de las bancas verdes. Minutos después, el peliazul llegó con las botellas y en silencio, disfrutaron del cómodo ambiente del parque. Los chicos ya estaban más calmados y luego de todas las burlas de Jeongin, hicieron preguntas.

-¿Y a ti que te pasó? ¿Peleaste con alguien? -cuestionó el australiano al ver la polera manchada de sangre.

-Um, dígamos que asusté a un payaso y después un hombre lobo le asustó a él... Al final el payaso terminó encima mío y por eso tengo la polera así, pero al menos tengo una invitación para ir a comer hamburguesas.

-¿Con el payaso?

-Se llama Hyunjin.

haunted house; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora