Hermanos en alquiler. [Lawrusso]

capítulo tres.

“jamás bese a un hombre”

Al siguiente día Johnny no sabía cómo sentirse, solo miraba a Daniel con curiosidad mientras dormía, ¿de verdad este no sentía algo por las chicas?, Daniel siempre fue una persona un tanto "femenina", sin embargo eso no le volvía directamente gay, era algo tan diferente, pero, ahora todo cobraba sentido al ver la desilusión que sentía este al hablar de "chicas" o el por que que dejó libre a esa mujer que considero el amor de su vida.

Todo esto era confuso.

En la mañana siguiente aquel moreno se levantó con entusiasmo debido a que sería su primer día, pero al ver aquella perforación que salía al lado izquierdo de su nariz, no sabía cómo sentirse sin embargo, estaba apuntó de gritar.

── Vaya.. Hasta que despiertas LaRusso, ¿duele mucho?. ── comentó el rubio soltando una leve sonrisa, causando que Daniel frunciera el ceño.

— Hey.. No es gracioso, seguramente mi madre me matara. ──comentó un tanto asustado.

── Querías verte rudo, ¿no?, te queda de maravilla, podrías atraer a muchas chicas, seguro.

── Si.., chicas..

Johnny pudo notar un tanto de desilusión en los ojos de LaRusso mientras este bajaba a ver a sus madres, quería buscar la manera de ayudarle, pero no pudo evitar reír al escuchar el grito de la señora Lucille al ver la perforación de su pequeño niño, no podía perderse ese momento por lo cual bajó con rapidez encontrándose con una mujer exaltada y un joven Daniel avergonzado.

"Lucille, son adolescentes tienen que experimentar”

Lucille paro de gritar aceptando lo que había hecho Daniel.

── ¿Por que hacer tanto alboroto?, ¡Oh!, ¡Daniel san!, usted verse rudo, muy rudo, me gusta su nuevo look

Comentó el señor Miyagi levantando sus pulgares, por otra parte Daniel solo se sentía como un semental, un semental italiano.

— ¿¡SOY LA ÚNICA QUE NO ESTA DE ACUERDO EN ESTO?!

Laura comenzó a reír negando levemente, para calmar a Lucille, al ver la hora ambos adolescentes decidieron despedirse de sus respectivas madres para salir en dirección hacia su nueva escuela, estarían en su último año.

Ambos adolescentes comenzaron caminar analizando lo hermoso que era la ciudad de New York, un tanto ajetreada, pero sin duda tan cómoda, las miradas no se hicieron esperar en el camino, cumplidos de chicas, incluso de chicos eran lo que ambos recibían, sin embargo era algo sumamente extraño para ambos el hecho de que estén juntos.