運命は神の糸で咲く[GoYuu]

Brujo talentoso

↑ Imagen perteneciente al artista en Twitter: NOCA nonockha

"Cuando el brujo llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa"

Siempre se extendían muchos rumores en torno al ermitaño del bosque del norte.

Rumores de que era un ser de cientos de años, algún Tengu que bajaba de las montañas o incluso un demonio que devoraba almas y cuerpos humanos que se perdían en sus territorios.

El hijo bastardo de una mujer maldecida, el cultivo de un ente maligno o incluso la rencarnación del miedo y caos de la naturaleza.

Las habladurías sobre que hacia contratos con entes malignos y que muchos recurrían a el para deshacerse de miles de enfermedades relacionadas con espíritus eran aterradores, suposiciones sobre traerlos a sus casas o sitios embrujados pidiendo a cambio el alma o una gran suma de dinero por sus servicios.

Sin duda eran muchos, unos más escalofriantes que otros, pero lo cierto es que era alguien de temer. Y las grandes y feas cicatrices de su cuerpo lo validaban.

Se contaba que estaba hecho de cuerpos mutilados de antiguas guerras y que fueron unidos a el para alcanzar la inmortalidad.

Los ojos bicolores lo diferenciaban de una persona normal. Siempre con ellos embrujaba a los viajeros para incitarles a seguirlo y llevarlos hasta su guarida, nadie sabia que es lo que hacia con ellos pero estos jamás regresaban. 

La piel pálida cual muerto solo daba la apariencia de que ya no era humano y los constantes asesinatos a su nombre eran incontables.

Su fama creció cuando lo encontraron unos viajeros, dos adolescentes para ser exactos, que habían entraron a su bosque para cazar.

Había sido enviados ambos campesinos jóvenes a recolectar frutos cerca a sus tierras y traer carne para la cena, pero en lugar de hacer caso pensaron que era mejor ir un poco mas allá de los limites de la aldea. 

Fue así que entre empujones divertidos se retaron a entrar al bosque para mostrar su valía. Un poco indecisos sobre que hacer se molestaron con palabras hasta que uno de ellos cedió a la presión del otro.

Como fuera posible y oscureciera deberían salir o eso es lo que acordaron. 

Apartando todos los arbustos a su paso, recorriendo y brincando por rocas, espantando a los pajarillos con su flechas y riendo para aplacar el latir desbocado de sus corazones por la adrenalina y un poco de miedo en medio de tanto silencio fue que llegaron a lo profundo del bosque sin darse cuenta.

En un simple parpadeo como si el tiempo no fuera el causante de todo.

Justo en el claro pacifico, donde la luz del sol eran apenas finas líneas que traspasaban las copas de los arboles, las ramas llenas de humedad por el rocío o lluvia, la maleza espesa y las hojas muertas desperdigadas en la tierra lodosa.