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Clasificación +17
Sexo, lenguaje inapropiado

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Parte 1/2

El verano estaba presente a todo furor, sus pantalones hasta arriba de sus pantorillas relucían éstas bien formadas, su camiseta suelta negra era perfecta para el día aunque el sol llegara a pegarle y acalorarle duramente.

-Namjoon, llegaremos tarde hermano, vamos!- exclamó el castaño desde la planta baja asomándose por las escaleras para dirigirse a él hasta arriba.

-Ugh espera aún no termino de ponerme las botas.

-Bien, sólo porque después me las prestas y sé lo difíciles que son de atar. Pero apúrate!

El rubio resopló aún que el otro no lo viera y se apuró en terminar de colocarse y atar la bota derecha. Una vez terminó tomó su teléfono de la cama y bajó a pasos rápidos por la escalera hasta donde Jungkook lo esperaba en la sala.

-Bien, vamos a ver a tu hombre.

Jeon volteó y blanqueó los ojos parándose del sillón.-No lo es, sólo estuvimos una vez en la misma cama. Además tengo pareja y lo sabes. Vamos, llegaremos tarde y Yoon dice que cierran temprano, así que debemos ir antes.

-Bien. Andando pero yo conduzco.- sonrió y tomó las llaves de la mesita en medio de los sillones y jugueteo con ella entre sus dedos hasta la salida escuchando y riendo por las quejas de Jungkook siguiéndolo.

•••


Casas enormes eran alzadas frente a sus ojos, con jardines dignos de cualquier persona con dinero para pagarle a un jardinero profesional, muy cuidados, luminosos y coloridos; la pintura estaba intacta en cada pared y las ventanas relucían brillantes por el vidrio con el sol pegándoles. El calor era intenso y la radio elegida por Jungkook reproducía una canción de alguna artista femenina de las que le gustaban al menor, éste cantaba a todo volumen y sentimiento con la cabeza fuera de la ventana y su brazo colgando por la puerta, el viento le pegaba y Namjoon reía apoyado en su mano por su codo desnudo sobre la puerta con el vidrio totalmente bajo. Una sola mano sobre el volante manejaba tranquilamente por las calles de los exigentes suburbios en los que su ricachón amigo vivía.

Siempre iban a casa de Yoongi a buscarlo para eventos y salidas, pero jamás habían conocido la casa de dentro o alguien de su familia a excepción de su madre que los mimaba siempre que los veía o cruzaba. Yoongi ocultaba por alguna razón su casa y era algo que tal vez entendían, quizá no se sentía cómodo, pero estaban acostumbrados.

-Bien, llegamos.- aparcó la camioneta y la apagó girando la llave dejando de escuchar el motor andar. El menor castaño sacó su cinturón rápidamente y, al imitar su acción Namjoon, ambos bajaron.

Se aproximaron más a la casa entre charlas entretenidos, pero al estar enfrente completamente, sus bocas se abrieron casi hasta el suelo. Jungkook se sacó los lentes de sol que llevaba sin despegar la vista de lo increíble que tenían enfrente. Namjoon por su parte comenzó a sentir que el aire le faltaba.

Un jovencito de su edad aproximadamente o unos años menos, vestía unos cortos shorts celestes y una camiseta sin mangas blanca dejando a la vista sus largas y musculosas extremidades blanquecinas, el sol les pegaba y la piel se veía mojada por que lavaba ahora mismo un auto. El auto de Yoongi.

Lavaba el techo del auto con una esponja en una mano y sosteniendo el balde lleno de agua en la otra, sus labios estaban entreabiertos y de su bolsillo izquierdo del pantalón estaba su teléfono desprendiendo alguna música algo punk y movida.

brother © namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora