Sinopsis: Kim Namjoon era un hombre muy feliz, tenía un buen trabajo, estaba casado con una hermosa chica y tenía una hija muy hermosa y tierna.
Pero algo inesperado cambió su vida para siempre.
Logrará Jin entrar en el dolido corazón de Namjoon?
•...
-Jin- Que haces Nam? (Comienza a reír nervioso) Estas ebrio
-Nam- lo estamos? .... Jin?
-Jin- mmm?
-Nam- quiero saber como saben tus labios
Acercándose más a Jin.
-Jin- estás loco... que... qué haces?
Susurró casi sin poder respirar por la cercanía de Nam a sus labios. Lo tenía nervioso, pero mas que nada las ganas de que si lo besara eran mas grandes.
Jin solo cerró los ojos y que pasara lo que tuviera que pasar.
Nam al ver el acto de Jin no dudó un segundo en posar suavemente sus labios en el contrario haciendo que ese primer pequeño y tierno beso hiciera un estallido de emociones en ambos, sacando una sonrisa en los labios de Jin.
-Jin- no te arrepentirás mañana?
-Nam- como podría hacerlo?
Tomando a Jin por la cintura comienza un apasionado beso que es muy bien correspondido por Jin.
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Las copas se les subieron a la cabeza y ambos se dejaron llevar por esa sed de amar que los dos sentían.
-Nam- eres tan hermoso Jin
Susurra entre besos y caricias.
-Jin- Nam tú... tu me gustas mucho, pero no se si esté bien...
Las manos inquietas de Nam intentan despojar a Jin de su camisa.
-Jin- no, no Nam, Sunny nos puede ver!!!
Nam empieza a caminar hacia su habitación sin despegar sus labios de los de Jin.
Empuja suavemente a Jin a su cama y acto seguido se quitó su camisa y recostó su cuerpo sobre Jin besando su cuello.
Al Jin sentir el roce del cuerpo caliente de Nam sobre el suyo también desnudo lo hacia estallar de amor.
Si... amor, porque Jin si estaba perdidamente enamorado de Nam así que le fue muy fácil dejarse llevar y dejarse envolver por las caricias de Nam que se encargó de recorrer cada centímetro de su cuerpo haciendo que este pudiese sentir que en ese momento mágico podía alcanzar las estrellas.
Luego de una noche apasionada llena de apasionados besos, mordidas inofensivas, caricias sutiles y otras llenas de lujuria, entre embestidas y gemidos terminaron ambos rendidos uno al lado del otro.
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