Nishinoya no sabe cuando comenzó a enamorarse de Kageyama, sin embargo, ahora que lo sabe, hará lo que sea, con tal de enamorarlo, y mantenerlo a salvo del resto de alfas que van tras él.
Kageyama, por otro lado, no entiende porque su libero alfa...
¡Hola Lectores! Ya saben que no hay tres sin cuatro, y bueno... aquí va una nueva historia.
Quiero aclararles, que la idea de está historia no es mía, sino de uno de ustedes, que me la sugirió, y hasta me dio imágenes... (en febrero me pidió esto. ¡Que vergüenza! Y recién ahora me pongo a escribirlo.)
Dark_Sof064 ¡MIL PERDÓN! ¡NO ME QUISE OLVIDAR! No se suponía que empezara a escribir tu idea, recién ahora. De todas formas, espero que te guste.
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(Narrador Omnisciente)
Nishinoya sabe lo que significa ser un alfa. Sabe las responsabilidades que conlleva, como dar sustento a su manada, y protegerla siempre. También sabe que, es mejor no usar su "Voz alfa" cerca de los omegas, porque los altera; sin embargo, hay algo de lo que Nishinoya nunca se enteró: como darse cuenta cuando te gusta alguien.
Él lleva dos años en el equipo de vóley de Karasuno, siendo su libero. Como hasta ese momento, su manada estaba compuesta solo por alfas y betas, había una sola persona a quien sentía la necesidad de proteger y ella era Shimizu Kiyoko, su manager alfa. Sin embargo, con un nuevo año llegan nuevos miembros a la manada, y entre ellos, dos omegas.
Nishinoya admitirá fácilmente que estaba muy intrigado por los dos nuevos miembros omegas, Yamaguchi Tadashi y Kageyama Tobio, pero creyó que eso era todo. Le tomo mucho tiempo, y la ayuda de Daichi y Suga, para darse cuenta de que hacia cosas que no debería por el más joven.
Por otro lado, Kageyama nunca fue un omega convencional, y lo sabía. Era perfectamente consciente de que no tenia la estatura de un omega normal, aunque se sintió un poco aliviado al ver que no era el único, ya que Yamaguchi tampoco era lo que se llamaría, bajito. Él sabía que no se comportaba como los omegas, también. Se suponía que debía ser tranquilo, lindo y sumiso, y él era de todo menos sumiso. Además, de que no se consideraba a sí mismo como alguien "bonito". Sin embargo, pensó que era mejor así, ya que, gracias a esas cosas los alfas no lo molestaban. Creyó que todo estaba bien, hasta que su libero decidió poner su mundo de cabeza.
¿Cómo les ira a Kageyama y Nishinoya descubriendo lo que sienten el uno por el otro?