El Bebé De Donghyuck [noren]

Capitulo 2: Un corto viaje a Canadá

Las cosas realmente no estaban siendo tan sencillas. Encontrar al maldito Lee Minhyun de Canadá parecía ser cada vez más difícil y aveces ni siquiera estaba seguro de que quería que lo encontraran.

Cómo justo ahora que estaba así con Minhyuck.

-¿Te siguen picando los ojos?

El menor negó jugando con la espuma de la bañera.

-No, pero hambre.-dijo distraído.

Renjun sonrió enternecido antes de mirar hacia la puerta.

-¡Jeno!

El pelinegro llegó corriendo al baño y de inmediato frunció el ceño mirándolos.

-¿Por qué hay un desastre en el baño?

Renjun apretó sus labios intentando no sonreír pero realmente no tenía una explicación de cómo había terminado dentro de la tina con la ropa puesta, pero Min insistía e insistía y el cada día con la mínima acción del menor se volvía más débil.

-No tengo una respuesta pero si tengo algo que decirte; tenemos hambre.

Jeno rodó los ojos apoyándose en el marco de la puerta.

-Ya debo irme, viajaré a Japón hoy.

Renjun soltó un sozollo falso, había pasado un mes y con el la amabilidad del jefe de Jeno así que nuevamente debía viajar lejos e incluso amanecer en los lugares a los que viajaba, este día sería el caso porque ya eran las cinco de la tarde.

-¿Comemos algo en el camino?

Minhyuck chilló chapoteando en el agua y Renjun soltó una risa tomando sus pequeñas manitas.

-Claro, ¿Nos vamos en tu auto?

-Sip.-asintió poniéndose de pie y rápidamente tomó al pequeño en sus brazos.

Había sido un mes largo, lleno de cambios y experiencias jamás antes vividas. Los primeros días para Renjun fueron totalmente incómodos pero jamás serían como para compararlos con el pequeño, Minhyuck lloraba todas las noches por Donghyuck, aveces ni siquiera podía dormir y eso los llenaba a ambos de frustración, tuvieron que ir con un experto y esta solo dijo que era cuestión de costumbre. Ella dijo que se dejarán llevar, que si quería llorar debían dejarlo, que trataran de seguir una rutina tanto como fuera posible porque eso los ayudaría y si que estaba funcionando.

Aveces el pequeño miraba las fotos por las que habían peleado más de tres veces por si quitarlas o no y luego de unos segundos preguntaba donde estaba su papá.