3. Ausencia en la cena

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Hola Ocho-me sonríe-

Hola Cinco, ya voy solo falta esto y... Ya está-le devuelvo la sonrisa mientras salimos de mi cuarto-

Bajamos a desayunar y luego fuimos al patio.

Cinco...gracias, de verdad gracias disfrute mucho tu sorpresa y me encantaron tus palabras-lo volteo a ver-

De nada de echo yo disfrute tu compañía, volviendo mejor mi cumpleaños-me mira con ternura- y por cierto jamás alguien había escrito algo así para mí te lo agradezco demasiado-me abraza y yo se lo correspondo-

Fue un abrazo especial, solo éramos el y yo, era como si tratáramos de...de fusionarnos.

Nos separamos y decidimos jugar, a nuestro juego, nadie lo entendía y eso era lo mejor.

Fuimos a comer y luego subimos a la habitación de Cinco.

-No se te olvide que hoy te toca a ti.

-Prefiero que yo sea la que tenga que leerte.

-Ocho ya hablamos de esto- suspiro un poco frustrado- hoy eliges tu.

-Bueno como hoy me toca elegir, eligo ser yo la que lee.

Ocho sabes que no me refería a eso, tenías que elegir un libro- cae de espaldas a su cama, rendido- esta bien de ahora en adelante yo soy solo un oyente.

-Exacto mi Cinco.

Pasamos la tarde juntos, mientras yo leí el dibujaba y luego viceversa.

Eso no es lo que yo te lei- se quejo Cinco-

- Yo te advertí que no sé dibujar, aparte si se medio entiende ¿no?

-Sonrie divertido- Bueno, bueno mi preciosa no sabe dibujar muy bien.

-¿Preciosa?¿Yo soy tu preciosa?

-Si tu eres mi preciosa, y siempre lo serás.

Después de eso seguimos jugando y bajamos a cenar.

Cenamos normal todos, en completo silencio. Terminamos de cenar y nos dirigimos a la habitación de Cinco.

-Como todas los noches partir de ahora te voy a leer antes de que nos vayamos a dormir.

-Gracias Ocho pero no...

No completo la oración porque lo interrumpo.

Ya se que vas a decir que no es necesario pero a mí me encanta leerte y yo se que a ti te encanta que te lean antes de dormir, desde pequeños te gusta- le sonrió- ya se que aveces sientes que me aburres o me molestas pero no, no por nada te llamo mi Cinco- le doy un beso en la mejilla- ahora ¿que libros quieres está noche?

-Este

-WOW, que buen libro.

Se lo leí, se quedó dormido a la mitad lo observé unos segundos le bese la frente y me fui a dormir.

Desperté me aliste fui a esperar a Cinco para desayunar.

Hoy pasamos todo la mañana en la biblioteca, el está leyendo un libro sobre matemáticas y lo ayudaba, cabe resaltar que yo era excelente en matemáticas gracias a él.

Fuimos a comer, en silencio con todos presentes.

Acabamos de comer subimos a mi habitación a resolver el ejercicio en el que nos quedamos.

Cómo casi siempre cenamos en silencio solo que faltaba papá ¿por qué no estaba cenando con nosotros?

Los días fueron pasando pero, papá ya no estaba en ninguna comida empezó faltando a la cena luego al desayuno, y hasta el final la comida. Nadie entendía el motivo pero yo intentaba no darle importancia.

Desde Nuestras PerspectivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora