La llegada de los 4 demonios mayores.

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Era un sábado por la mañana.
Yo seguía pensando en aquel beso que me dio Eri.
—eso me fue raro, muy raro para mi.— dije mientras me levantaba de la cama.
Baje a la cocina pues ya tenia hambre y y ñaaa.
—pero que coño, acaso a Eri le, le gusto.—
Dije mientras me servía el desayuno.
*timbre de la puerta*
Quien era, Eri por supuesto.
—Hola!!!.— dijo ella semi gritando.
—ahh... Hola.— dije mientras miraba el suelo un poco sonrojado.
—amm que tienes.—
—no nada.—
—emm puedo pasar a tu casa??
Dijo mientras ponía una carita de ternura.
—eh... Si claro.—
—yy que?? Ya no has tenido problema con el irkahe o con esas sombras que la ultima ves casi te violan de no ser por mi.— dijo mientras se acomodaba en el sofá en plan de " ow yea soy genial y ultra kawaii :3"
—y de no ser por mi hubieras estrellado tu cabeza en mi piso, y lo hubieras manchado con tu sangre.— dije en voz baja para que no me escuchara... Pero me escucho de todas formas.
—QUE!!! Que has dicho???.—grito a casi destrozar las ventanas por tan fuerte que gritó.
—no nada… solo digo que, que emm gracias por haberme "ayudado" con ese problemita ^_^" .—
De pronto se escucho un estruendo proveniente del sótano
Corrimos a ver que era. Y en la puerta del sótano se veía algunas grietas; de algunos huecos se veían correr algunos insectos y ratas.
Eri comenzó a quitar las maderas que detenían la puerta que yo había puesto hace tiempo.
—que. Que haces??.—
—voy a bajar a ver que fue eso. Acompañame, la verdad me da un poco de miedo. —
— ("°_°) No!!! No volveré ahí abajo, ya e pasado por mucho como para arriesgarme a morir a manos de un maldito demonio violador de slendermans.—
— (^_^) tienes más miedo que yo, es tu casa así que.... Ve tu primero.—
Ella me sujeto el braso y me empujo adentro, casi me caigo por la escalera.
Comenzamos a bajar y poco a poco se escuchaban los susurros mas fuertes.
Se veía hasta abajo una luz fuerte que salia del pasillo que conduce a las puertas donde casi muero.
Una vez abajo Eri saco su libro de sellos. Tomo un pequeño pincel de su bolso y comenzó a dibujar en el suelo.
Ella hizo la figura de un sol con un pentagrama dentro de el.
Saco su daga y la clavo en el centro del pentagrama.
El símbolo que hizo comenzo a brotar un poco de sangre, la cual cubrió todo el dibujo.
La sangre comenzó a brillar y ilumino completamente el lugar.
en ese momento se escuchó un grito desgarrador que salia del fondo de el pasillo. Nos ocultamos detrás de unas cajas.
La puerta de la izquierda se destroso y de ahí salio otro demonio.
Este al parecer tenía una armadura gastada y un dabilarho (espada de gran tamaño y peso, fue utilisada por los guerreros en trance.)
Detrás de el salio otro demonio.
Pero pareciera ser una mujer. Tenia la mitad de el rostro cubierto por una mascara la cual tenia varios ojos, (era asqueroso).
Tenia la mitad de su cuerpo cubierto con una especie de armadura hecha de roca ardiente.
Y en su espalda se veía unos huecos, hacían la forma de una calavera.
Detrás de esta salió otro demonio.
Este tenia la figura básica de un demonio. *ya saben: feo, brotaba un liquido rojiso de la boca bla bla bla.*
Se parecía un poco a la creepypasta "The Rake" ...
Había otro. No con forma demoniaca. Sino que parecia ser un humano común. Con ropa de una persona común. Solo que... Este tenia un símbolo grabado en la camiseta.
Eri al verlos comenzó a temblar. Y una lágrima salio de sus ojos.
Ocultándonos salimos de ahí.
Ella estaba llorando. Me abrazo y dijo con la voz quebrantada
—e.ellos... Ellos son los que casi me matan!!!.—

El misterio detras de la puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora