Cap 5

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Mia caminaba en dirección al Hospital junto a Preston. Minutos antes habían comprado helados para ellos y para Sol.

—A Sol le encantará que le hayamos traído helado, me dijo que hace mucho que no lo comía. —le comentaba Mia a Preston mientras los dos entraban por la puerta del Hospital.

Al entrar lo primero que vieron fue a Camellia, la enfermera que se encargaba de Sol, jadeando. Parecía que acabara de terminar una maratón.

—Hola, Camellia. —saludó animadamente el portero de la Royal.

—Hola chicos, ¿sabéis dónde puede estar Sol? Llevo veinte minutos buscándole. —Mia se quedó pensando unos segundos cuando cayó en cuenta en donde podría estar.

Rápidamente echó a correr por los pasillos del Hospital, subiendo escaleras y esquivando gente.

—¡Ay! —Mia y otro chico cayeron al suelo tras haberse chocado.

—Podrías mirar por donde caminas, ¿no? —al levantar la vista se encontró con Blade.

—No me jodas. —la chica se levantó del suelo esquivando la mano que Víctor le había ofrecido.

—Sí, bueno. Yo también me alegro de verte. —la chica lo fulminó con la mirada. Le rodeó y siguió su camino chocando su hombro con el del imperial bruscamente. —¿¡No piensas decirme nada!? —gritó el chico desde la lejanía.

Mia lo único que hizo fue sacarle el dedo corazón sin siquiera girarse.

Cuando ya había perdido de vista a Víctor, subió unas escaleras hasta llegar a la azotea donde pudo distinguir la figura de su mejor amigo, Sol Daystar.

—¡Dios mío! ¡Mia! Pensaba que habías muerto. —exclamó el chico con dramatismo.

—Toma y calla. —la chica le ofreció el único helado que le quedaba, el otro digamos que no sobrevivió al choque con Víctor.

—Gracias. —agradeció guiñando le un ojo a Mia. Pronto pudieron escuchar la voz de Preston anunciando que había conseguido llegar.

—Echaba de menos esto. Los tres juntos como en los viejos tiempos viendo el atardecer.

Los chicos observaban atentamente el cielo, ni se percataron de la presencia de Camellia la cual decidió dejarles disfrutar del momentos.

{...}

Mia corría lo máximo posible. Se había olvidado de que ahora tendría entrenamiento con el Raimon y en vez de dirigirse a la sede, se estaba encaminando a la Royal Academy. La Royal era como un segundo hogar para Mia, donde acudía siempre para jugar, desahogarse o simplemente saludar al entrenador Sharp y a Preston. Aunque ahora que se había cambiado de club, le resultaba todo muy extraño y diferente.

Las puertas de la sala se abrieron dejando ver la figura de Mia cansada con sus manos apoyadas en sus rodillas.

—Siento llegar tarde, es que he tenido un inconveniente. —el entrenador Travis la observó seriamente mientras Celia negaba con la cabeza.

Ricardo frunció el ceño y esperó a que se colocará junto a Arion, JP, Sky, Jade y Rosie. Víctor seguía con la mirada cada movimiento que hacía la chica mientras caminaba por la sala.

—Bueno, ahora se van a presentar los nuevos miembros del equipo.

—Vale, venga empieza tú. —Jade le dio un pequeño empujón a Arion, indicando que debía comenzar él. —Ánimo Arion, con mucha energía.

Hate, Víctor BladeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora