Palabras (un poema)

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En el dolor de la medianoche cuando solo permanece el silencio
un recuerdo, dos recuerdos, luego algunos más,
se enlazan fatídicamente en los rincones de la mente.
Mientras el dolor me arrasa el alma
y las palabras me queman por dentro,
solo recuerdo cada cosa hiriente como un impotente oyente.
Ojalá le pudiera dar pausa, pero aunque grito no calla
y al final le temo a mis propias palabras.

O arma destructiva que, aunque inocente aparezcas,
derribas todo a tu pasó.
Irónico es usarlas a diario,
bomba latente apunto de destruir
y si bien reparas tanto como dañas,
¿por qué no has reparado los trozos que dejaste atrás?

Ni un millón de palabras llenarán el vacío,
aunque al mismo tiempo calman.
Y en el infinito dolor de mis noches
se vuelven mis únicas aliadas.
Solo reconfortan cuando crean,
porque de otra forma no cuadran.
¿Siquiera es posible algo así?

Ya cansada de medir palabra.
¿Por qué tengo que hacerlo?
¿Un insulto inocente dicho con cariño pesa más que la grosería más alta?
¿Mis pensamientos puestos en el aire son tan errados?
¿Es que acaso solo puedo medir palabras?
¿Cuantos filtros más?
¡A este paso ya no podre ni hablar!
Y mientras mis lágrimas caen en el silencio de la noche,
solamente desearía que alguien escuchase mis palabras.

Al final odio a las palabras pues todo me lo han quitado
y las amo porque todo me lo han dado.

Ok, esto lo escribí hace mucho, pase mucho tiempo en depresión antes de escribir, no tengo ni idea de porque al final publique esto después de tantos meses, sin embargo, de alguna forma quiero que lo lean

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Ok, esto lo escribí hace mucho, pase mucho tiempo en depresión antes de escribir, no tengo ni idea de porque al final publique esto después de tantos meses, sin embargo, de alguna forma quiero que lo lean.

También me gustaría decirles gracias por leer lo que escribo, no saben cuánto me ayudo escribir. Es el único momento en el que soy libre de decir lo que yo quiera sin filtros y que ustedes acepten cada locura que digo me hace sentir tan bien. Es como si por primera vez en mi vida pisara suelo firme, como si no importara hablar, como si nadie me fuera mirar mal o enojarse.

Claro que no todo lo que escribo son cosas que creo o pienso. En ocasiones es solo el flujo de la historias más que mis propias ideologías, pero igual es bueno poder escribir cualquier barrabasada sin miedo.

Es por esto que siempre les digo que los quiero, realmente los quiero, así que gracias.

No sé si alguien llego hasta este punto de la nota.

Cuando me gana el insomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora