Capitulo 11.

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Las preguntas se responden.

"Bueno, por mucho que nuestra familia no sea de normas sociales. Me gustaría pensar que te he inculcado suficientes modales como para que me informes de que me he convertido en abuela en cuestión de días", se burla Lillian Luthor.

La respiración de Lena se entrecorta cuando sus ojos azules se clavan en los suyos. La pequeña mueca de los labios de la anciana Luthor hace que le corra hielo por las venas.

"No sé de qué estás hablando", dice Lena, con una sonrisa que roza el desprecio. Una ceja arqueada desafiando a su madrastra a que la llame de farol.

Los ojos de Lillian se estrechan ligeramente. Se adentra en el despacho, deja su gran bolso en el sofá y se sienta en el borde. Una mirada calculada recorre el despacho.

"Ya has redecorado", comenta la matriarca.

Lena la observa expectante, cruzando los brazos sobre el pecho mientras se coloca detrás de su escritorio:

"La madera victoriana no es mi estilo".

"No, mantener las tradiciones nunca fue tu fuerte", suspira Lillian, con los ojos entrecerrados mirando a Lena. "Ahora, ¿vas a contarme qué pasó con la niña o vamos a seguir fingiendo que tienes una buena cara de póker?".

Lena suelta un suspiro pensativa mientras se acomoda en su silla, arqueando una ceja negándose a morder el anzuelo.

"Parece que ya sabes bastante, madre, ¿qué más crees que podría contarte?

Lillian levanta su propia ceja: "¿De verdad eres tan ingenua como para creer que no tengo ojos y oídos dentro de la DEO?".

Los ojos de Lena apenas se entrecierran ante la noticia, fingiendo despreocupación. Pero en su interior vacila, ya que sólo había previsto que Lex estuviera al tanto de todo en su vida, no su madre, que es respetada en esta tierra más que temida. Lena pensaba que había dejado a esa madre en la Tierra 38.

"¿Y qué te han dicho esas orejas?" pregunta Lena en un tono relajado y despreocupado, avanzando mientras acerca su mano al reloj de su muñeca.

"Siempre del tipo testarudo", suspira Lillian como si estuviera entreteniendo a un niño revoltoso, desviando la mirada hacia Lena que guarda silencio en su espera de respuesta.

"Que tú y la agente Danvers trajeron a una niña a través de la DEO e hicieron una serie de pruebas muy interesantes", sonríe Lillian, con ojos afilados buscando grietas en la expresión de Lena.

Lena se muerde el interior de la mejilla al darse cuenta de que Lillian sabe mucho más de lo que le gustaría. Y su madre lo sabe.

"Bueno, parece que tienes toda la información", suspira Lena, acercándose a la brillante máquina de café que tiene guardada para servirse una taza, sin molestarse en ofrecerle una a Lillian.

"Sé que la niña es medio kriptoniana", dice Lillian y Lena puede oír el tono de suficiencia.

Lena vuelve a caminar lentamente hacia su escritorio, con la mano picando para sacar las pistolas aturdidoras de su cajón inferior y disparar al viejo murciélago.

"Mi siguiente razonamiento lógico sugeriría que también es por eso por lo que la mantienes cerca porque hay algo específico sobre la otra mitad de su linaje".

Lena se burla, sacudiendo la cabeza cuando las acusaciones de su madre caen demasiado cerca para su comodidad. Lillian siempre había sido una enemiga formidable, y Lena siempre se asombraba en secreto de lo bien que jugaba con ella. Su madre estaba realmente en una liga propia.

SOMETHING JUST LIKE THIS-Supercorp/ Algo como esto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora