Sky's Mayhem

Lighting

- ¡Tsu Tsu Tsu! – Lambo hizo un puchero y electricidad comenzó a correr por su cuerpo.

Aun así, Sky no le dio más que una mirada de reojo, ignorando sus intentos de llamar su atención o su molestia al ser ignorado. Sky nunca había sido así con él. Siempre le daba atención cuando lo pedía. Le estaba molestando todo esto, ¿por qué Sky tenía que ponerse así justo ahora?

No había causado problemas, ni siquiera le iba a decir nada. ¡Se había portado de maravilla!, así que nada de esto tenía sentido...

- ¿Al menos podrías dejar de ser un niño de 5 años? – Lampo, a quien había elegido molestar, otra vez, se le quejo.

- Lambo prefiere esta forma. – Nadie le diría nada. No le dirían inmaduro, perezoso, infantil o cualquier otra estupidez. Y por ello no se molestaría y no electrocutaría a nadie ni achicharraría nada y por tanto no molestaría a Sky.

Lo último que quería era que Sky tuviera una razón para molestarse de verdad con él. Todavía no estaba ni seguro de que hacia Sky aquí con esta gente, o porque habían decido decirles la verdad. En fin, no era su problema ni de su interés lo que decidieran hacerles saber a esta gente o no. No los conocía y por tanto no podía tener un juicio, así que por ello no se molestaba con la decisión.

No sería la primera vez que decidían algo y ni siquiera lo incluían. Dormir tanto tenía sus cosas malas, suponía. Igual no dejaría de hacerlo. No había nada como dormir, eso era seguro.

- Quizás tu sí, pero yo no. - ¿Por qué no?, era lindo, era tierno y adorable. – Y estoy seguro que nadie. – Algo más fue dicho, pero fue demasiado bajo como para oír.

Los humanos eran raros. No entendía que veía Sky en ellos. En realidad, no entendía muchas cosas de Sky, pero Sky era bueno con él. Si iba a molestarse por cosas tontas como no entender algo de Sky, entonces mejor empezaba a decirles a los demás lo que le disgustaba de ellos. Tardaría en terminar, no lo apreciarían, y quizás Sky tendría una razón para intervenir.

Quería regresar arriba y volver a su siesta. ¿Cuánto tiempo planeaba Sky quedarse aquí?, ¿no habían estado más que suficiente tiempo?, esperaba que no faltara mucho...

- Es molesto. – Chispas volaron, y el chico de pelo verde trago ante esto, pero aun así tuvo la osadía de repetirle: - Es molesto, Lambo. Sé que no eres un niño. - ¿Y eso que?

Sky nunca se molestaba, nunca le importaba que forma escogiera o como deseara comportarse, a diferencia de los demás. ¿Que tenía si era más infantil de lo que debería según su edad?, eran seres prácticamente inmortales, como se comportara no era asunto de nadie ni rompía ninguna regla.

Tomaba la forma de un niño para evitar molestias en general y este mocoso no lo agradecía. Bien, quería a un adulto, podía darle uno.

- No era para exagerar. – Lampo lo miro de arriba abajo, algo intimidado.

- Quien diablos los entiende. – Se quejó, ajustando su chaqueta y resoplando, algunas chispas eléctricas viéndose momentáneamente gracias a su molestia y amargura. – Tsu es el único que lo entiende. – Murmuro para sí, alejándose de todo.

Sky era el único que entendía lo que era ser algo y tener que tomar otra forma. Sky era el único que nunca le decía nada por ser infantil, ni siquiera cuando se molestaba por ser rudamente despertado por los inconscientes de sus compañeros. Lo que decían que eran "pataletas" de alguien inmaduro, era solo enojo justificado para Sky. Sky jamás había dicho la palabra "pataleta" ni la palabra "inmaduro".

Incluso bajo la forma de un adorable niño, no muchos le daban atención, a veces incluso lo tomaban por un molesto niño muy irritante. Era ofensivo, muy ofensivo. No sabía cómo Sky podía permanecer en medio de seres tan poco agradables como lo eran los humanos. No extrañaría este sitio, ni siquiera al idiota que se había negado rotundamente a aprender de él, del gran Lighting.