Harry Potter Y El Dios De La Muerte

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Harry Potter y el Dios de la muerte

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Capítulo dieciocho
Rompiendo y entrando

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"Esto es una locura", murmuró Hermione, sacudiendo su espeso cabello. " Loco . Si nos atrapan ..."

"Pero si aren ' t ", argumentó Ron, 'Sería un gran paso-'

"Pero ella es maestra , no podemos simplemente—"

El pelirrojo puso los ojos en blanco. "Hermione, todavía no puedes considerar seriamente a ese sapo como un maestro, ¿verdad?"

Ella vaciló. "Yo - no, por supuesto que no, es solo - robar -"

"Mantenlo abajo," murmuró Ichigo, mirando a Dean y Seamus sentados a unos espacios de distancia en los largos bancos. Era la hora del almuerzo y los cuatro estaban sentados en la mesa de Gryffindor. "Granger, si no te sientes con ganas, siempre puedes echarte atrás ahora."

"No es que yo ... que tenga miedo , exactamente", dijo Hermione lentamente, "Es solo que ... estaríamos completamente ciegos. No tenemos idea de qué tipo de hechizos ha puesto en su oficina. ¿Hay algún tipo de protección o maldición? Conociéndola, sería algo realmente desagradable ", agregó sombríamente.

Los otros tres fruncieron levemente el ceño ante esto, ninguno de ellos había considerado esa posibilidad. "... No puedo haberlo hecho", respondió finalmente Ron. "Bill dice que la mayoría de esos tipos de hechizos pueden tardar días o semanas en configurarse. No, a menos que tenga una piedra de protección, y esos son realmente raros. Creo que no habría tenido tiempo para nada demasiado horrible".

"Pero ella es maestra , debe haber algo , incluso un pupilo de Clase V la alertaría si entramos. ¿Qué crees que sucederá si nos atrapa a alguno de nosotros cerca de su salón de clases, justo en el momento en que uno de esos - esos unas púas horribles de ella desaparecen? " Preguntó Hermione. "El riesgo-"

"-Es uno que tendremos que tomar", dijo Ichigo con firmeza. "Hay riesgos relacionados con cualquier operación. En este caso, sin embargo, diría que los beneficios definitivamente los superan". El sonrió. "¿Qué me va a hacer de todos modos, ponerme en detención?"

Se mordió el labio con ansiedad. "Pero que si-"

"Estoy dentro", dijo Harry en voz baja, interrumpiendo su última discusión. Los otros tres lo miraron; había estado callado desde que Ichigo había puesto por primera vez su tosco plan sobre la mesa. Miró hacia arriba, sus ojos verdes decididos, y repitió en voz alta: "Estoy dentro. Yo digo que lo hagamos".

"Secundado," estuvo de acuerdo Ron. "Ichigo tiene razón, ¿qué tenemos que perder? Cuenta conmigo."

Tres pares de ojos se volvieron para enfocar a Hermione, quien lucía claramente incómoda. "Yo - bueno, está bien", dijo. Ella tomó una respiración profunda y temblorosa. "Yo - yo ayudaré. Como pueda."

"Bien." Ichigo se inclinó hacia adelante en su asiento, mirando arriba y abajo de la mesa por si alguien escuchaba a escondidas. Al no encontrar ninguno, continuó, "Ahora, lo primero que necesitaremos es ..."

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"Necesito tu ayuda."

Fred enarcó una ceja. "¿Oh?"

Las orejas de Ron se pusieron rosadas. "Lo digo en serio."

"Apuesto a que sí", murmuró George, aceptando una sola moneda de oro de un Ravenclaw de sexto año. Palmeó el galeón, deslizándolo cuidadosamente en una costura oculta en el interior de su manga mientras el Ravenclaw se alejaba, con una Oreja Extensible enrollada en su bolsillo. Sonrió alegremente cuando el siguiente cliente se acercó cautelosamente. Los dos habían establecido una "tienda" en el estrecho callejón entre los invernaderos cuatro y cinco. En unos momentos, Silver había cambiado de manos una vez más y otro estudiante, Hufflepuff, esta vez, se escabulló de regreso al castillo, una varita falsa de goma de pollo escondida de forma segura en su mochila escolar.