Harry Potter Y El Dios De La Muerte

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Harry Potter y el Dios de la muerte

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Capítulo Décimo
Maestro y Aprendiz

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Ichigo frunció el ceño por enésima vez esa mañana, mirando el libro frente a él. Granger, al enterarse de que iría a Hogwarts con ellos en septiembre, estalló positivamente de emoción, bombardeándolo con hechos al azar y trivialidades sobre la escuela que realmente no le importaba saber. Ella hizo su misión personal lograr que él se integrara completamente en la comunidad mágica británica, e Ichigo pronto se encontró enterrado bajo un diluvio de cuatro años de notas y libros. Potter y Weasley lo miraron con simpatía cuando su amigo le presentó una pila de libros tan alta como él.

Todo eso hizo que Ichigo se sintiera bastante culpable; los tres estaban siendo muy útiles, pero se vio obligado a mentirles. Dumbledore le había prohibido estrictamente que le contara a Harry sobre su trato. No se había sentido feliz cuando escuchó eso, la sutileza no era la forma en que prefería operar, pero aceptó a regañadientes que probablemente era lo mejor si el chico Potter y sus amigos creían que era un estudiante de transferencia ordinario; y, de todos modos, la aniquilación total y absoluta superó a los adolescentes infelices por un margen considerable. Si bien a él personalmente no le importaba un carajo, a los superiores sí, y él estaba caminando sobre cáscaras de huevo, ya que era lo que pasaba con estar activo en territorio extranjero. Revelando la existencia de Shinigami y todo el asunto de la 'vida después de la muerte', al menos, más de lo que ya tenía.- prácticamente suplicaba a la Guardia Real que lloviera fuego y azufre sobre todos ellos.

Entre él y Shiro, se las habían arreglado para llegar a una historia de portada razonablemente sólida. Por lo que le habían dicho a Potter y los demás, Ichigo había pasado los últimos tres años estudiando en la Academia de Artes Espirituales Shinou en Japón. Shinou entrenó a sus estudiantes en todas las formas de combate, desde el manejo de la espada hasta las artes marciales y un tipo de magia llamada kidou. Kidou era una rama de la magia mucho más especializada que la que se enseñaba en Hogwarts; sus hechizos se centraban casi exclusivamente en atar, proteger y atacar, sin ninguno de los "lindos trucos" (las palabras de Shiro, no las suyas) que caracterizaban la magia occidental.

La historia decía que hace dos años, la sociedad mágica de Japón se había visto envuelta en una guerra civil no muy diferente a la que se avecinaba en Inglaterra. Ichigo no les había dado los detalles, pero sabían lo suficiente como para saber que había estado bastante involucrado. Su participación lo había llevado a asumir el puesto de capitán en el departamento de aplicación de la ley de su gobierno, pero como aún no tenía todas las calificaciones necesarias para el trabajo, aún tenía que completar su educación antes de unirse a tiempo completo. Ron y los gemelos lo habían mirado con los ojos y rápidamente lo felicitaron por ser algo llamado 'auror' incluso antes de graduarse.

Explicó que Shinou ofreció a sus estudiantes la opción de un año en el extranjero como parte de su programa de 'Estudios Internacionales'. Si bien era más común que los estudiantes se dirigieran al continente, no había nada en los libros de reglas que dijera que no podía elegir estudiar en otro lugar. Cuando Harry le preguntó por qué había elegido Hogwarts, simplemente les dio una sonrisa torcida y dijo que ya tenía amigos allí, así que realmente, ¿por qué ir a otro lado? Eso le había valido rápidamente un juguetón puñetazo en el brazo de Fred y una feliz sonrisa de Ginny.

Sacudió la cabeza y volvió al libro que tenía delante. Hermione, aunque fascinada al enterarse de la existencia de una rama separada de la magia de la que nunca había oído hablar, se había horrorizado al descubrir que Ichigo no sabía absolutamente nada sobre la magia que se practicaba en Hogwarts. Había sido inundado con abundantes notas, libros de texto y volumen tras volumen sobre teoría mágica, supuestamente para poder ponerse al día con los estudiantes en el año en el que estaría ingresando.