Fanfic Nanami Kento & t/n [+18]

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El agarre sofocante de las cuerdas tensas muerde su piel, impidiéndole cualquier movimiento.

    Estabas atada de rodillas, con las muñecas atadas a la espalda y el aire fresco que rodeaba tu piel.  Tenía una cuerda envuelta alrededor de los muslos y las pantorrillas, casi atada para evitar que se parara o los abriera.

     Afuera, los resplandores de neón y oro del paisaje urbano resonaban a través de la amplia ventana, iluminando sus rasgos.  Pero al igual que el resto de esta oficina camuflada en la oscuridad, sus ojos estaban cubiertos por una corbata de seda que usaba como venda para los ojos.

    Impaciencia.  La terrible sensación acecha en tus huesos como la pólvora mientras esperabas que Nanami regresara.  Estabas emocionada, sintiendo la codicia persuadiendo en tu sangre.  Pero estar inactivo demasiado tiempo te mató lentamente.

    Era asombroso, de verdad, lo que ese hombre podía hacer con una cuerda, suspendiéndote como si fuera una obra de arte.

    Su cabeza se vuelve levemente ante el crujido de la puerta al abrirse.  Los sutiles movimientos de tu cuerpo se detienen y contienes la respiración cuando escuchas sus pasos.  Estabas ansiosa por ver su rostro, tocándote con valentía en lugares que te envían al éxtasis.  Has anhelado esta fantasía lo suficiente.  Pero sabías que no sería tan fácil.

    La mirada de Nanami se posó en tu cuerpo mientras entraba y se dirigía hacia ti cerca de la cama.  "Hm. Mira lo que tenemos aquí", dice con sarcasmo.  "¿Este juguete es mío para jugar?"

    Tocar.  .  .

    Un escalofrío recorre tu espina dorsal por el tono rico y oscuro de su voz cercana.  Da un par de pasos hacia ti e inclina la cabeza mientras te observa con indiferencia.

    Tu pecho palpitó cuando sintió su presencia cerca.  Nanami mantuvo sus manos en sus bolsillos, no queriendo tocarte todavía.  Eso es lo que te mató por dentro.  Se sintió como un duro bloque de hielo asentarse dentro de su caja torácica que lo hizo añicos.  Estaba probando tu resistencia, eso es lo que ha estado sucediendo.  Ninguno de sus dedos se cernía sobre tu cuerpo y te dolía.

    La expresión de Nanami permaneció indiferente.  "Me has estado ignorando todo el día. Sé que lo estabas haciendo a propósito".

    No respondiste.  Se acercó más, las telas de su camiseta se movieron, llevando ambas manos a la parte posterior de tu cabeza.  Le desató la venda de los ojos y la dejó deslizarse hasta los muslos.  Sentiste un toque de luz en tus párpados, abriéndolos revoloteando hacia Nanami, imponiéndose con una corbata negra, de pie frente a ti.

    Nanami tomó tu barbilla y la elevó más.  Automáticamente estabas delirando bajo su toque y él podía ver ese dolor transparente a través de tus ojos.

    "Lo admito. Estoy un poco cabreado por lo que hiciste", dice, apretando la mandíbula con fuerza.  "Solo quieres que libere mis frustraciones contigo, ¿verdad?"

    Asintió de mala gana y tragó.  "Lo siento. . ."

    "¿De verdad lo eres?"  levantó una ceja.

    El arrepentimiento finalmente se filtró en ti considerando la perspectiva.  Ignorar voluntariamente a Nanami durante todo el día solo para cabrearlo, condujo a esto.  Mirándolo, sus ojos se consideraron ilegibles para ti, pero tan tentadores como te acogieron. Era como si hubiera hambre en la mirada, bebiendo la vista de ti como una especia aromática.

   "Hm. Parece que no lo eres."  Nanami volvió a meter las manos en los bolsillos, los lados de los pulgares apoyados en la superficie de su cinturón.  Su cabeza se inclinó levemente, entrecerrando los ojos como si estuviera pensando mucho en algo.