Salvajemente Enamorada

Capitulo 3: La Libreta

Me coloco el abrigo y la mochila antes de salir, le echo una última mirada al departamento y me aseguro de cerrar bien la puerta. Decido ir caminando a la universidad ya que está a unos quince minutos del departamento y así aprovecho para conocer mejor la ciudad.

Al salir a la calle una brisa fría choca contra mí, meto mis manos en los bolsillos del abrigo y comienzo a caminar rumbo a la universidad. Hace un muy buen clima, el día esta soleado y no hay rastro de nubes de lluvia, tampoco hay mucho tráfico y a pesar del frio el viento es muy agradable.

El día es simplemente magnifico.

Me encuentro al frente de la entrada de la universidad, el imponente edificio que se encuentra delante de mi es impresionante, las columnas de la entrada son increíbles.

Definitivamente esta es una obra de arte, tanto la estructura como el diseño del edificio son magníficos.

Miro la hora en mi reloj y todavía faltan treinta minutos antes de la primera clase, comienzo a caminar hacia el interior del edificio. Si la fachada es impresionante el interior lo es aún más, un estilo londinense antiguo decora el interior de edificio, grandes candelabros cuelgan del techo y una estatua decora el gran salón. Las paredes rojo vino están cubiertas por cuadros y grandes arcos dan inicio a los largos pasillos.

Me dirijo a la recepción que está a unos cuantos pasos , al acercarme una señora de unos cuarenta años aproximadamente me sonríe. Su cabello rubio está recogido en una alta coleta de caballo, el escote de su blusa blanca no deja nada a la imaginación y un collar de perlas adorna su cuello.

−Buenos días− saludo mientras apoyo mis brazos en el gran mostrador.− Vengo por mi carnet de estudiante.

−Buenos días− asiente.− ¿Cuál es tu nombre?

−Isabella Winslet.

La mujer comienza a teclear en la computadora, mientras busca la información que necesita me dedico a mirar todo a mí alrededor. Admiro aquel enorme tragaluz de cristal que está en el medio del techo y como los rayos del sol atraviesan el cristal.

−Aquí tienes− la voz de la señora hace que centre mi atención en ella, coloca la pequeña tarjeta sobre el mostrador.

−Muchas gracias− le sonrió en gratitud, tomo el carnet y me dirijo a los torniquetes de acceso. Paso la tarjeta por el lector y este se pone en verde indicando que puedo pasar.

La sala común del edificio central es impresionante, hay muchas mesas llenas de estudiantes que pasan el rato o simplemente estudian para alguna evaluación, una cafetería ocupa una esquina y lo mejor de todo es que no hay techo, puedes apreciar el cielo mientras estás aquí.

Lo malo es que en invierno no se puede disfrutar de este lugar.

−Hola− una chica morena de cabello negro aparece a mi lado. El vestido amarillo que usa resalta gracias a su tono de piel, su largo cabello cae a los costados de su rostro, un collar negro se ajusta perfectamente a su cuello y unas botas marrones de tacón completan su atuendo.

Me gusta su estilo.

−Hola− le respondo con la misma energía que ella.

−Soy Emma Harrison− extiende su mano, una cálida sonrisa se dibuja en su rostro.

−Soy Isabella Winslet, pero dime Bella− tomo su mano y le devuelvo la sonrisa.

−Encantada.

−Lo mismo digo− respondo.

Después de unos diez minutos hablando ya sé que Emma es de Estados Unidos y se mudó aquí para estudiar paisajismo, vive con una amiga y actualmente cursa la mitad de la carrera al igual que yo. Es una chica encantadora y me ha caído muy bien, la verdad es un alivio para mí tener una amiga en esta enorme universidad teniendo en cuenta mis problemas de socialización y aceptación pero lo que me reconforta a un más es que estudiamos en el mismo edificio.