Salvajemente Enamorada

Capítulo 5: La primera Mentira.

Me detengo justo al frente de aquella puerta blanca, respiro profundo con temor a encontrarme con esa persona del otro lado; abro lentamente la puerta y solo puedo rogar que Megan este durmiendo o no haya regresado todavía, una vez dentro no hay rastros de ella y todas las luces están apagadas, suelto un suspiro de alivio. Me doy vuelta y cierro con cuidado la puerta pero de pronto las luces se encienden.

Joder.

Giro lentamente, Megan me mira desde el umbral de la sala con una ceja encarnada, está molesta, le dedico una sonrisa en un intento de apaciguar su enojo pero esta mantiene su expresión haciendo que mi sonrisa desaparezca. Se comienza a acerca lentamente a mí con los brazos cruzados, cuando esta solo a unos pasos de distancia habla.

− ¿Dónde estabas?− pregunta seria.

Comienzo a buscar una excusa convincente, Megan no se creerá cualquier cosa por lo que debo de ser cuidadosa.

−Estaba buscando trabajo− suelto.

Y esa fue la primera mentira... la primera mentira de muchas...

− ¿Y llegas a estas horas de buscar trabajo?−interroga, tanto el tono de su voz como su rostro me indican que no me cree.

−Es que...− trato de encontrar otra excusa− ¿Estaba con Zack?− eso sonó más a una pregunta que una respuesta. Me abofeteo mentalmente por eso.

La rubia se acerca a mí quedando a pocos centímetros de distancia, su expresión es seria y me mira atentamente como si buscara alguna señal que le ratificara que estoy mintiendo.

−Es que le había mencionado que me urgía conseguir trabajo y hoy mientras esperaba a que la lluvia cesara me ha llamado diciendo que había conseguido una entrevista pero no lo logré así que fuimos al cine y después aun bar− miento.

Acerca su rostro a el mío, quiero reír por la situación pero mantengo la compostura mostrando una expresión neutral; poco a poco se aleja de mí y descruza sus brazos.

−Eres una idiota− dice pegándome en el brazo− ¿Por qué no llamaste ni contestabas mis llamadas?− reclama.

−Apagué el teléfono antes de entrar al cine y olvide encenderlo− me encojo de hombros− Además pensé que te quedarías con Tyler− le dedico una mirada falsa inocencia.

−Pues no− responde a mi broma− Anda a dormir y mañana hablamos.

−Sí, señora− lleno la mano a mi frente y hago un saludo militar.

Después de darme una ducha rápida con agua caliente, me acuesto en la cama mirando al techo. Hoy ha sido un largo día, entre el incidente de la mañana, el muy animado almuerzo y la lluvia el día ha pasado muy lento a mi parecer. Estiro el brazo y tomo el móvil que está en la mesa de noche junto a la cama, enciendo el aparato y este comienza a sonar gracias a todas las notificaciones.

20 llamadas pérdidas de Megan.

5 llamadas pérdidas de Tyler.

1 llamada perdida Número Desconocido.

Frunzo el ceño, número desconocido, la idea de devolverle la llamada a ese número cruza por mi mente pero aquella ida se esfuma cuando un mensaje de mi papá aparece en la barra de notificaciones. Hoy no lo he llamado..., rápidamente entro en su chat para revisar el mensaje.

Espero que hayas tenido un buen día, pensé en llamarte pero seguro estabas ocupada. Te quiero, cuídate mucho, hablamos pronto...

Un sentimiento de culpa me invade, debí llamarlo, seguro esperó a que lo hiciera.