-"Shūji que mierda haces aquí?"
Acababan de despertar por hambre y cuando fueron a la cocina encontraron a Shūji en la mesa
Y aún estaban en la casa de Hina, así que ella estaba asustada por qué no sabía como entró ni cuando
-"¿lo conoces t/n?"
Pregunto detrás de ti
-"si... lamentablemente"
Dijiste yendo en dirección a el
-"¿y esa frialdad? Ni un abrazo?"
Dijo mientras lo echabas de la casa
-"¿qué no ves que estoy con mi amiga? No entres a casas ajenas como si fuesen tuyas idiota"
Dijiste para cerrar la puerta frente a el
-"¡se que estas perdidamente enamorada de mí!"
Grito del otro lado de la puerta
-"¡oh si, no te imaginas cuanto!"
Contestaste con sarcasmo, a pesar de que las palabras no eran del todo sarcásticas
-"¿como entró?"
-"ni siquiera yo se Hina, mira, mejor hagamos algo para desayunar y olvidémonos de ese gigante idota"
Dijiste yendo a su lado
-"¡te escuche!"
-"¡pues que bueno!"
[...]
-"¡llegue!"
Volviste a tu casa luego de comer por qué resulto ser que Hina tenía una cita con Takemichi
-"¿no ibas a estar allá hasta el domingo?"
Tu madre salió del cuarto sentándose en el comedor
-"es que tiene una cita con su pareja"
Dijiste sentandote frente a ella
-"¿no crees que sería lindo tener pareja?"
Pregunto tu madre agarrando un caramelo del frasco que tenían sobre la mesa
-"es como tener un perro, debes darle amor, ser atento, y a veces alimentarlo ¿por qué mejor no tenemos un perro?"
Dijiste evadiendo el tema inicial
-"hija vamos, Shūji se te declaró, y es exactamente tu tipo ¿qué te impide ser su pareja?"
-"es que no me siento capaz de poder mantener una relación estable"
Fueron interrumpidas por el sonido del timbre
-"oh mierda"
Dijiste sabiendo ya de quien se trataba, a lo cual tu madre sonrió yendo a abrir la puerta
-"¡Shūji! Que bueno verte, pasa"
Tu madre lo hizo pasar a la casa como si lo conociese hace años
-"me dijeron que te fuiste por qué-"
No le diste tiempo a hablar ya que agarraste su mano y fueron a tu cuarto
-"¡no hagan cosas inapropiadas! Lo bueno es que su padre no está"
Cerraste la puerta y volteaste a verlo
-"¿ya quieres hacer esta clase de cosas? Por qué yo no me opongo, la adrenalina de qué tu mamá pueda escucharnos es encantadora"
Hablo sentándose en tu cama