¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En una oscura noche Charlie Swan caminaba rumbo a la comisaría, sentía que lo seguían desde unas cuadras atrás apresuró el paso cuando alguien aparece frente a él haciendo que se detenga abruptamente.
- Lo siento - se apresuró a decir para poder continuar.
- Mmm... - el desconocido lo vio de pies a cabeza - No sabía que Catalina tenía un pésimo gusto - declaró con diversión.
- Me tengo que retirar - esquivo al hombre pero este lo tomo del brazo.
- No tan rápido - Sonrió mostrando sus colmillos los cuales enterró en el cuello del sheriff - Pronto nos veremos...
El desconocido lo dejo en el suelo para después desaparecer, el Swan de retorcía en el piso de aquella desolada calle. Catalina, quien se dirigía a la comisaría se detuvo al oler sangre cercas de allí con velocidad sobrenatural se acercó encontrándose con una desagradable escena. Busco alguna herida hasta que su vista se posó en el cuello, intento succionar el veneno pero ya era demasiado tarde pues ya había entrado en su sistema. Los latidos del corazón cada vez eran menos y apenas audibles, con esfuerzo llevo a Charlie hasta su auto.
- Llegué demasiado tarde - se lamentaba, le gustaba la idea de que su compañero estaría para toda la eternidad, habían decidido esperar máximo dos años más para poder convertirlo pero ahora esos planes ya no tenían sentido.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Alice y Rosalie platicaban sobre una nueva colección de ropa, hasta que la corte pixie dejo de prestar atención.
- Han mordido a Charlie - informo después de unos segundos.
Todos se vieron entre sí esperando que alguien hablará, no emitieron sonido alguno.
- Debemos hablar con Sam - dijo el patriarca.
- ¿Creen que haya sido el mismo que busca a María? - cuestionó Jasper.
- Es posible, pero dudo que sea él - hizo una mueca - sin embargo no podemos descartar esa opción. - concluyó Emmett.
- Ahora tendremos que lidiar de nuevo con esa humana - comento Rose - apenas estaba disfrutando de su ausencia.
- Esme y yo iremos al límite del tratado - explico Carlisle - Ustedes quédense aquí esperando a Catalina y María.
