capítulo 45: Hermanos

79 7 4
                                    

El viaje en tren transcurrió sin imprevistos, llegaron en tan solo 1 hora. Cuando las portadoras se despedían de Shining, el cual se quedaría en la estación del tren para tomar declaraciones e investigar lo que pudiera, Pinkie les informo que iba a quedarse con el unicornio.

-¿De qué estás hablando terroncito? Debes estar muy cansada. Vamos a la granja- dijo Applejack tratando de convencerla.

-No, me voy a quedar aqui- contesto firme la pony rosada.

-Querida, deja a Shining trabajar. No seas necia ahora por favor- le comentó Rarity al pensar que solo lo hacía para darles más problemas.

-No hay problema chicas, si quiere quedarse no veo inconveniente- interrumpio Shining Armor. Todas le vieron incrédulas- No es un trabajo pesado y Pinkie no dará tantos problemas como mi hija. Además deben estar algo cansadas de estar siempre al pendiente. Si les tranquiliza la iré a dejar a tu granja cuando acabe ¿Está bien?

La realidad es que cuidar de Pinkie en efecto era agotador, sus cambios de ánimo las desconcertaban y muchas veces debían comerse sus palabras para no provocar una pelea (esto era en especial difícil para Rainbow.) La querían mucho, era su amiga y hacían todo para ayudarla pero la verdad es que ni siquiera ellas estaban del todo bien. Finalmente aceptaron la propuesta de Shining Armor y se fueron.

-Bien, entonces sigueme - dijo Pinkie mientras se daba la vuelta pero el unicornio la detuvo.

-No, primero debo ir a tomar las declaraciones.

-Pensé que solo era una excusa para venir

-Fue una excusa para que yo viniera pero es algo que ya tenía planeado mandar a hacer.

A regañadientes Pinkie tuvo que acompañarlo, mientras él entraba a las oficinas ella se quedó afuera en un banco mirando al cielo.

Después de escuchar y hacer preguntas a varios ponis, fueron a las casas allegadas a la estación a preguntar lo que habían visto. Pinkie observaba de lejos como Shining hablaba con los ponis: ¿Qué le estarán diciendo? La cara de Shining es muy seria.

La pony rosa vio como el unicornio blanco se acercaba a ella con la misma mirada perdida que tenía Twilight cuando trataba de resolver algo.

-Bien, ¿Ya nos vamos?- preguntó Pinkie.

-Si... Vamos muéstrame- la voz del corcel se escuchaba cansada.

Ambos caminaron hasta llegar a la entrada del bosque Everfree.

-¿Al bosque?

-Si, no me digas que el capitán de la guardia real le tiene miedo.

-No le tengo miedo, le tengo respeto y se que es peligroso aventurarse así sin más

-¿Quieres volver a ver a Twilight o huiras como las otras lo hicieron? - le retó Pinkie mientras se adentraba al bosque. Shining Armor la siguió sin decir palabra.

Cuando se dieron cuenta habían llegado al antiguo castillo de las dos hermanas. Lo rodearon y entraron por la puerta de atrás.

-Entonces...¿Encontraste una pista en este castillo?- preguntó Shining.

La voz de aquel corcel llegó a los oídos de una yegua que dejó caer un libro en la habitación de al lado.

Shining Armor se puso frente a Pinkie al pensar que alguien más estaba en el castillo.

-¿Quien está ahí?¡Muéstrate ahora!- habló con determinación Shining.

Los pasos se acercaban, Shining iluminó su cuerno listo para atacar en caso de ser necesario. Pinkie no dijo ninguna palabra.

¿Que Paso Con La Armonia??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora