"Me desprecio a mi mismo, por no alegrarme de tus logros. Porque de todos ellos uno tenía que ser ella.
Mi constante fingir me consume, Matt.
Me envenenas sin tu sentir.
Tu falso masoquismo acaba conmigo.
¿Me amas como yo a ti? Confiesa antes que m...
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Nada más placentero que un Cola en la tarde luego de un extraño atareado día.
El chico de sudadera verde se encontraba tranquilamente dibujando en su tableta digital mientras bebía gustoso la ya dicha bebida.
No hace menos de media hora se habia sentado en su silla junto a su escritorio el cual llamaba "Sector Dibujo".
La verdad no le faltaba mucho para terminar su dibujo, simplemente el sombreado y algunos retoques y finalmente quedaría.
Edd sinceramente se consideraba buen dibujante, si no, no le pagarían por sus comisiones. Y siendo sincero, ganaba buena cantidad de dinero vendiendo sus elaborados dibujos. Aunque el que se encontraba haciendo ahora, era suyo personal, y era más satisfacción la que sentía al ver que le estaba quedando genial.
Finalmente luego de pasar otra media hora terminando su exitosa ilustración, suspira pesado mientras se estira en la silla.
Talla suavemente sus ojos por tanto estar viendo aquella pantalla, y se levanta, dando un pequeño bostezo. Camina hacia su cama y toma su celular, viendo la hora, y luego su ventana.
— Wow... ¿Tan rápido oscureció? Apenas son las siete... — Observa el bello anochecer que se estaba formando en el cielo otoñal, para luego escuchar unas sonoras risas y gritos que venían desde afuera. —
El británico intrigado asoma su cabeza por la ventana, observando como en el patio trasero yacían el noruego y el de cuencas que anteriormente estaban peleados, divirtiéndose con las montañas de hojas caídas de los árboles.
Sonríe conmovido y feliz de que por lo menos aquella tarde y noche se la pasarían amigados gracias al amante de Cola. Aunque probablemente mañana vuelvan a estar peleados nuevamente, aprovecharía el momento.
Hasta que una pregunta llega repentinamente a su mente.
¿Que haría de cenar?
Se mantuvo unos segundos pensativo mientras observaba su tableta apagarse de manera correcta.
Sabiendo los gustos de sus amigos, el noruego querría tocino y más tocino. El de cuencas cualquier cosa que tan solo le alimente. Y el narcisista probablemente unos tacos sí estaba antojado, y si empezaba con el sarmoneo de querer cuidar su imagen, probablemente unas ensaladas.
Oh, ahora que recordaba mientras pensaba en el narcisista, este lo tenía algo inquieto y ansioso, ya que les aseguro a todos por mensaje que cuando vendría les daría una sorpresa.
