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Bombardeo de amor.

Jisung estaba a punto de cumplir dieciséis años y no sabía absolutamente nada de la vida. Sólo se interesaba en jugar videojuegos, pasar tiempo con sus amigos, escuchar música a lo enfermizo e intentar "componer" una que otra canción que obviamente no le mostraba a nadie.

Sus padres no eran malos pero tampoco eran los mejores. Eran... "normales" por así decirlo. Su relación con ellos no era muy estrecha pero ahí estaban, y le exigían sacar las mejores notas pero sin presionarlo.

También tenía a su hermano pequeño al cual le llevaba casi diez años, era tan solo un bebé y apenas y sabía ir al baño, pero aún así lo amaba.

Estaba en su primer año de preparatoria y las cosas no podían ir mejor.

Nunca es bueno decir eso, porque después de que lo dices todo sale mal cuando menos te lo esperas.

Un chico problemático de nuevo ingreso, que había repetido año quien sabe cuantas veces sería el inicio de su pesadilla.

Si tan solo no le hubiera prestado su maldito lápiz.

El infierno no se habría desatado.

Cómo aquel chico delgado de aspecto inocente podía esconder tanta maldad en su ser.

Hong Joo-chan.

Un nombre que de solo escucharlo hacía que le doliera el estómago.

—Eres asombrosamente lindo. Increíblemente inteligente y extraordinariamente ingenioso —dijo con aquel tono que le resultaba molesto—. ¿Qué lees? ¿Cazadores de sombras? ¡Wow! ¡Me encantaaaaaa ese libroooo! ¡Es genial!

—Genial. Hubiera estado mejor si te hubiera preguntado —dijo Jisung hastiado y volviéndose a colocar el auricular.

En realidad no tenían nada en común, solo que Joochan quería mimetizarse con él, por lo que empezó a copiar sus gustos para hacerle creer que tenían cosas en común y que estaban hechos el uno para el otro cuando claramente no era verdad.

—Vaya está marca de lápices es muy buena, ¿ves como si somos almas gemelas?


O como cuando ambos tuvieron que hacer equipo en clase de deportes y fueron el último y peor equipo en terminar los ejercicios.

Todos se rieron en sus caras y el profe los humilló aún más gracias a su rendimiento.

—Los dos lo hemos pasado mal. Por eso nos entendemos tan bien. —dijo el chico mientras barrían las hojas como castigo por haber quedado últimos—. Se ve que también lo has pasado mal en la vida, una vida familiar complicada de seguro.

—¿Complicada dices? ¿Qué te hace pensar eso? Mis padres no serán los mejores pero son muy buenos, me dan todo lo que necesito y nunca la he pasado mal. Soy más bien un niño mimado así que deja de inventarme un pasado trágico —siseó indignado. Joochan eran tan molesto que lo hacía temblar del enojo.

—Pues yo si viví una vida de mierda. Mi madre es una persona horrible y controladora, y mi padre nunca se hizo responsable de mi. Llevaba a otras mujeres a nuestra casa y se acostaba con ellas incluso cuando mi madre estaba en la sala. Mamá solía desquitarse conmigo porque me parezco mucho a él. Intento hacer cosas para llamar la atención de ambos pero nada funciona.

—¿Y crees que eso me importa?

—La verdad no. Pero me gusta hablar contigo. Me ayuda con mi depresión —dijo con una sonrisa.

False personality || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora