False personality || Minsung

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Minho se despertó debido a que una vez más no lograba conciliar el sueño.

Decidió ir a la cocina por un vaso de agua, cuando estaba a punto de volver a la habitación, notó que su madre estaba sentada en silencio, observando por la ventana en completa oscuridad.

Se acercó lentamente para evitar asustarla y se sentó junto a ella en el sillón de ventana.

—¿Tampoco podías dormir? —susurró su madre.

Minho asintió sin decir nada.

Bajo la luz de la luna que se filtraba a través de la ventana, logró ver la gran cicatriz que atravesaba el rostro de su madre. Sin maquillaje era más que evidente.

Ambos estaban llenos de cicatrices, que por más ungüento que pusieran las marcas no se desvanecían, pero si que aprendían a lidiar con el dolor.

—¿Aún lo extrañas? —murmuró por lo bajo.

—Cada día —contestó su madre—. Aunque aún lamento haberle dado prioridad a él sobre todas las cosas, aún me lamento por no haber pasado el suficiente tiempo contigo. Y eso nunca me lo perdonaré...

—Pero ya te perdoné hace tiempo mamá.

—Lo sé cariño, pero yo aún me siento culpable por todo.

—¿Qué se puede hacer... para dejar de sentir culpa por algo?

—¿Tiene que ver con este chico Jisung? —Minho la miró sorprendido—. Creo que lo mencionaste hace un rato, tú semblante cambió así que deduje que pasaba algo con él.

—¿Lees mentes?

—Sí, al menos la de tu padre y la tuya sí. —su madre comenzó a analizarlo en silencio cuando bajó la mirada y empezó a juguetear con sus manos claramente incómodo—. Puedes contarme cielo, te escucharé e intentaré aconsejarte.

Minho no pudo evitar sentirse mal al instante. Sintió su labio temblar y miró hacia arriba para evitar derramar lágrimas.

Le dolía el pecho, sentía un nudo en la garganta y apenas y podía respirar.

Después de tranquilizarse un rato, decidió por fin romper el delgado hielo.

—Lo amo mamá —dijo entre lágrimas—. Pero sé que estará mucho mejor sin una basura como yo a su lado. Estoy podrido, definitivamente no lo merezco, a mi lado solo será infeliz...

Frente a su madre se sentía más vulnerable, como si fuera un niño pequeño, inexperto y frágil.

Tras tanto tiempo acumulando todo, finalmente llegó a su punto de quiebre.

Soltó absolutamente todo lo que traía guardado, le contó todo de Jisung y el como su relación se había ido al carajo en tan poco tiempo.

—Hijo, admites que te equivocaste, y eso está bien. Reconoces que cometiste errores, eso ya es dar un paso hacia adelante, así que deja de lloriquear y ve con él, si tanto lo amas lucha por su perdón, si él te corresponde, lo más probable es que te perdone por más daño que creas que has hecho. Sí, admito que lo que hiciste fue terrible, pero tampoco es para tanto, ya que lograste redimirte, así que no te rindas cariño. Tengo fe en que todo se va a solucionar.

—¿T-tú cre-es? —preguntó, levantando la mirada del regazo de su madre, con el rostro bañado en lágrimas—. Per-ro y s-si... ¿Está con alguien más? Quizás esté mucho mejor con otro que no sea yo...

—Dicen que cuando se termina una relación, quien más amó se queda solo, y quien amó menos consigue pareja de inmediato... ¿Pero que significa cuando ambos siguen solos?