Estado de Relación: Mi anhelado deseo

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Esta era la mejor noche que había tenido en toda mi vida, estaba tan agradecido con Jimmy que me invito para acompañarlo con las bebidas y la jodida diversión, que me vino de maravilla luego de encontrarme en un estado de depresión masiva. Aunque hubo unas pequeñas interferencias con los guardaespaldas no fue nada que mi sensualidad no pudiera resolver. Sin control alguno llegamos debutando con nuestra ropa provocativa cortesía de industrias Luca Fashion Style enseñando a todas las pinches gatas rastreras quien era la reina en moda, realmente amaba las expresiones de los tíos y tías que se atrevían a mirarme en especial de los tíos.

Y debo admitir que no era el único llamando la atención, Jimmy tenia lo suyo que era de admirar, piel blanca reluciente, piernas esbeltas totalmente resaltadas con ese par de jeans ceñidos que me fue difícil encontrar y sobre todo su cuerpo fornido dejando como la cereza del pastel sus bellos ojos azules que brillaban con las luces de neón. Por supuesto que estaba satisfecho con los resultados haciendo que esas dos horas escarbando en esa tienda valieran completamente la pena, me sentía tan orgulloso por él. Pero había notado algo en toda la noche que me resulto bastante interesante, Jimmy obviamente era observado por las chicas eso no me sorprendía para nada, ahora lo sorprendente era la cantidad de chicos que se quedaban observándolo por mucho tiempo y puedo decir con seguridad que soy un experto en el juego de miradas, los ojos hambrientos que lo rodeaban era espectacular casi me daba envidia.

Por suerte no era consciente de ello o si no hubiera estado completamente incomodo, luego de deleitarnos con la casa de esa zorra falsificada fuimos al bar que se encontraba en el patio. Ordenamos un par de bebidas y como si fuera por arte de magia la tensión desapareció comenzado a disfrutar de la estridente música con nuestros vasos en mano. Pero la noche casi se arruino cuando la perra de Jessica apareció en el bar y comenzó a hablar con Jimmy, no pude escuchar nada de la conversación por culpa de la música al máximo pero por alguna razón esa desgraciada ladeo la cabeza hacia mi mirándome con el ceño fruncido y podía jurar que vi repulsión en sus ojos, maldita perra básica estaba tan feliz que esta fuera su casa porque era un hecho que rompería algo en cualquier momento, un pequeño accidente intencional.

Minutos después la operada de Jessica se fue, dios agradecí a todos los dioses por ello.

–Maldita Puta– Ladre mientras mis ojos la seguían, ella volteo hacia mí y se burlo haciendo señas con su boca simulando meterse una polla. Además de puta era asquerosa, por lo menos yo hago ese tipo de cosas en privado.

– ¿Acaso paso algo con Jessica?– Susurro Riley en mi oreja luego de ver mi reacción cuando ella apareció. Sin tan solo supiera todo lo que fui prácticamente obligado a ver por culpa de Tyler cosas que incluso me avergonzaban hablar con alguien hasta con mi mejor amigo.

–¡¡Olvídate de ella, mejor subamos de nivel!!– Grite con una sonrisa llamando al cantinero, esta noche era para divertirse y olvidar los problemas. No iba a dejar que Jessica arruinara mi diversión con su horrible y plástica presencia. Con cada vaso acabado las cosas se volvían más divertidas, con energía de sobra ambos saltamos a la pista de baile acabando con los principiantes. Jimmy y yo éramos los tíos que mejor se movían en la pista de baile comparado con los demás troncos que parecían tener un consolador atorado en el ano haciendo que bailaran como robots. Una canción que amo comenzó a sonar y mientras bailábamos las gatas fáciles empezaron con el twerking más espantoso que vi en la vida. Dios mío, estas chicas no tenían idea como era mover las caderas unas completas inexpertas por supuesto no podía dejar que deshonraran de esa forma el hermoso y sensual arte del twerking, me abrí paso en el centro observando a esas ignorantes esperando la canción correcta, para mi suerte apareció mi amada Nicki Minaj con Anaconda y ni siquiera tuve que esforzarme. Mis caderas bailaban por si solas ósea las chicas a mi alrededor se mordían las uñas envidiosas de mi increíble técnica de caderas, era tan divertido humillar a esas pequeñas malnacidas que se burlaban de mi en el instituto pero ahora era yo el que reía mientras trapeaba el suelo con sus traseros artificiales de silicona. Como toda una reina me despedí con estilo y fui a beber con Riley.

Estado de Relacion: ¡PoliAmor! (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora