Prólogo

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La familia Bakugou se extendió con el nacimiento de su primera hija, una pequeña niña de cabello castaño como su padre, tan alborotado como el cabello de su madre acompañado de unos grandes y hermosos ojos cafés como su padre. Esta pequeña era la viva imagen del señor Masaru versión femenina. Bien dicen que la primera hija es la versión del padre, el segundo de la madre y un tercero es una mezcla de ambos.

La pequeña fue llamada Kaen Bakugou, quien en el transcurso de cuatro años presentaba anomalías en su temperatura, la conducta era igual a la de Mitsuki, pero la mayor parte del tiempo era de Masaru. Cuando ella haya cumplido la edad para presentar su peculiaridad, pasó algo alarmante.

La pequeña Kaen estaba en el jardín de niños, siendo ella la única que no ha presentado su don en ese último año, las burlas no se hicieron esperar por parte de los otros niños que ya sea podían volar, atravesar paredes, correr rápido, crear agua y cosas indefensas para un menor de cuatro años. En un momento, un trío la molestaban con sus poderes, el líder de esos tres podía lanzar fuego por la boca, otro tenía escamas de lagarto y el último creaba burbujas de goma de mascar con la boca.

-La pequeña niña es una sin poderes- se reía el líder de estos, Kaen manteniendo la calma estaba sentada en una banca almorzando, el niño le tiró la comida al ver que esta no ponía atención en él –¡Te estoy hablando sorda! Tal parece que además de quirkles eres una sordaa.

Ella por dentro solo se lamentaba por la comida, su temperatura poco a poco fue en aumento, tan así que sus ojos cambiaron de color por los llameantes ojos rojos de su madre, esto les comenzó a asustar a los niños bully quienes corrieron despavoridos de regreso al salón de clases. Entraron llorando, dejando a Kaen pidiendo ayuda no verbal, pues la voz no le salía, se retorcía por el calor que se estaba remolinando en su interior, aquel calor que recorría sus venas haciéndolas más llamativas y relucientes al ojo humano. Para cuando la maestra salió a ver porqué estaba saliendo humo de un lado del jardín, no pudo dar más de dos pasos al centro, pues el calor irradiado era tal que la suela de su zapato se derritió, parte de su brazo recibió una quemadura. Los gritos alarmados de todo el jardín de niños llamaron la atención de varios héroes que rondaban, por fortuna estaba uno que parecía bombero.

Rato después, encontraron la causa de tal desastre, una pequeña niña que estaba a punto de desmayarse, parece que quería llorar, pero no había nada de agua en su sistema, incluso la sangre seca de sus lagrimales se caía con el leve viento.

Algo parecido ocurrió arriba de una montaña, algo que ambos compartieron fue que partes de su cuerpo estaban quemadas, ambos perdieron la capacidad de derramas lágrimas, ambos perdieron la conciencia, uno por no poder más y no tener ayuda, el otro porque borraron su quirk y cayó inconsciente.

Eso pasó hace cuatro años, dos de ellos estuvo en coma, intentando reconstruir parte de su cuerpo, a cabio de cicatrices, las más notables a simple vista son las que tenía en el rostro, en los parpados inferiores era piel muerta y quijada. Además de las cicatrices de los hombros hasta el codo de cada brazo y las puntas de los dedos de sus manos. Sin olvidar las que están en los tobillos.

Un año le tomó recuperar la movilidad de brazos y piernas, un año donde ella misma lloraba al verse en el espejo siendo consolada por sus padres quienes a veces lloraban junto a ella y le pedían perdón.

En él último año su carácter se fue forjando, cuando regresó al jardín, nadie le dirigía la palabra, decían que por su culpa ellos casi mueren aquel día. Que por ella es que una maestra se retiró y demando el lugar, que por ella hubo heridos y casi mueren algunos. Su carácter pasó de ser aquella sencilla y carismática niña a ser una lista para pelear en cualquier momento, de saltar a la defensiva a la primera provocación, de ser igual o peor que el carácter de su madre, casi un demonio. En el último año se enteró que sería hermana mayor.

Pocos días después su hermanito llegó al mundo, Mitsuki estaba dormida y Masaru no podía hacer lo mismo con el pequeño, así que Kaen lo sostuvo en sus brazos y logró calmarlo, esos pocos minutos bastaron para que la niña de ojos castaños se hiciera una promesa, nadie tocaría a su hermanito, ella haría todo lo posible e inhumano de ser necesario para que su hermanito sea libre de burlas, libre de infelicidad, libre de discriminación. Su hermanito y padres fueron los únicos que entraron a su nuevo corazón.

Dabi × OC × HawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora