CAPITULO 1

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Desde un principio.

Debo confesar, que la historia de mi vida es poco realista y muy liberalista, pero hombre!, que esperabas, una historia casual en la que sufría y me vengatiria por la muerte de mis padres, que construiría una doble vida y me volvería X-Men.

No me convertiría en una super héroina, no volaria como un pájaro sobre las nubes para rescatar a gente d eun avión y mucho menos encontraría el amor en un joven superficial, con belleza extrema y talvez construido como un dios.

No!, Esa no era mi historia, soy simplemente una chica con suerte que nació del amor de sus padres, que a su paso salieron adelanto por sus propios méritos.

De su amor nacimos Mateo y yo, Samanta, llamados como la familia Samario.

Bueno pero me fui!!, En estos momentos la vida me está dando tranquilidad, los bosques alrededor de la mancion son lo más satisfactorio y bello en este momento.

La ropa afelpada que llevaba me brindaba la calor necesario, mirada estaba atraída por la danza de luces del fuego.

Mis brillantes ojos color miel Se iluminaban aún más de lo normal, tenía los ojos saltones y las pestañas encrespados en un tono atractivo, me podía catalogar como una chica menudas, aceptaba que tenía mis características llamativas, pero aún con todo ello no me creia tan afortunada en el amor como mis padres o la posible relación de mi hermano y su actual pareja.

A mi lado una mesita pequeña mostraba un moderado y sutil banquete, estaba sola allí, aunque contaba con el servicio de Fer, una chica de los zonas costeras del lugar,yo podía hacer todo lo que significaba vivir sin nadie, pero su compañía logro que disipará rápidamente el momento post-depresivo de soledad y perdida.

Estaba estable, le permití a la chica quedarse en una de las recamaras mientras me ayudaba, desde cerca ya tres meses de que todo ese rollo había pasado mi hermano no había mostrado signos de vida, al otro lado del mundo.

Pero dirán, hombre!, Esta mujer es que no tiene amigos?, Pues si los tengo, solo que mientras aquí en Arizona es temporada de frío, en Hawaii dónde ellos están la calor abunda.

Por supuesto que voy a ir, pero solo dentro de una semana, la próxima, talvez a pasar un buen rato, y continuar con mis clases de preparatoria en algún otro lugar.

Estiré mi brazo para coger un pan dulce y meterlo a mi boca mientras prendia la televisión encima de la chimenea, pase canales de uno a otro sin conseguir que nada de lo que presentaban llamar mi atención, hasta que di con el canal de muñecos animados, la serie animada de Steven Universe, me atrapó al instante, dejando ver el capítulo de la canción que el había creado para las Gemas de cristal.

Seeeee, muy entretenido para mi poca cordura.

Pero nadie me podía juzgar, mi padre a sus 47 años que tenía en el pasado veía con entusiasmo el demonio de Tasmania,  el conejito de boz boni, o como sea que se diga, ustedes me entienden de que les hablo,¿O no?.

Y lo que no podía faltar era Tom y Jerry.

Ya al contrario, osea mi madre,le gustaba los fines de semana le encantaba ver Cuentos de los hermanos Grimm.

Sus raíces latinas se lo exigían y como buena salsera que ella era nos prendió sus ritmos cubanos, colombianos y mexicanos.

Pero fuera de ello crecimos con una buena y exelente infancia.

Mientras me encontraba inoptizada por la letra de aquella infantil canción, Fer sin un apice de sencibilidad me asustó, ocacionando un brinco y una risa mutua.

—Pero que susto me has metido María Fernanda..—tenia una mano en el pecho, la otra soportando mi peso desde el suelo y la canción aún de fondo.

—Disxulpe señorita, pero tiene visita—respondio apenada.

Levanté mi mano para observar la hora en este momento, 12:37..,mire toda la estancia aún con la mono levantada.

—A estas horas de la noche..?—me levanté de el suelo pesarosa, la calor estaba acogedora, escanee a Fer un momento, llevaba una pantaloneta corta de tela felpuda, con un saco de la misma tela color azul claro, su cabello castaño estaba en una mola ya poco desaserse, babuchas de conejo y un visible cansancio en su rostro.

—Si señorita.

—dijo quien era?.

—No señorita, solo dijo que la necesitaba y era urgente.— se encogió de hombros.

—Ve a descansar yo lo atiendo.—ella asintió y a paso perezoso regreso a su habitación.

Me dirigí a la puerta con sierto grado de molestia, pero aparte de la hora, lo lejos de la ubicación de la casa, y el frío tan treintahiju**"*  que estaba haciendo me ocaciono un leve chasquido de lengua.

Al abrir la puerta pesada de mi nueva morada no me esperaba encontrar a Tomás, fue casual y comprendía que Fer no sabía que era mi hermano por qué hasta ahora trabajaba acá.

—Pero que frío que hace..—entro sin saludar, no con un, oh qué alegría que sigas viva.

Muy buenas noches, o diré madrugadas, cómo estás?, Muy bien, a que bueno, y tu??.—lo mire en busca de su repentina llegada.

—Oh si como estás.—hizo un gesto con su mano de desinterés, mientras entraba una maleta, claro..., Siempre fue así, un poco diferente y retraído,uy galante con sus petulantes pestañas y ojos verdolaseos, estaba cerca de cumplir los 23, pero su semblante aún era tierno y aliñado.

—y..??,entonces??.—lo presione para que hablara de una vez, mientras nos dirijiamos a la sala.

—y...???, Me voy a dormir!!!—dio una sonrisa socarrona mientras avanzaba por el pasillo a su habitación.

—no seas descarado Teo, ven aquí inmediatamente, tu no vienes así por qué si, algo malo hiciste.., no me lo niegues!?!!?—lo seguí a pocos pasos un tanto enfadada.

—Bajale al drama Sam, solo vine a visitarte y ya.—salio del cuarto y me plantó un beso en la frente—Te quiero, y por favor descanza que pareces un horroroso mapache—rode los ojos indignada y una pose denigrante.

—Te haré caso solo porque tengo sueño, sino









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Bismuto .🐾©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora