Un día le pedí al Colibrí...

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Seguro has escuchado de los ancianos un hermoso mito.

Si no es así, déjame contarte con detalle cómo un pequeño ser, con plumaje verde brillante en su pequeño pecho; bonitas alas anaranjadas y oscuras que se mueven rápidamente, y con un piquito alargado que usa bien para tomar el néctar de las flores pequeñas. Puede concederte el deseo más puro que albergue tu corazón.


Junta tus manos cuando el colibrí aparezca frente a ti, cierra los ojos por un momento, tu corazón deberá estar puro, sin sentimientos negativos. Tu mente abierta y tu respiración tranquila deberás tener. Desea algo que quieras con todo el corazón, desea algo que en tu mente siempre está, díselo al hermoso colibrí. Sopla al viento en su dirección y sonríe con todo el amor. Y este lo cumplirá.


El colibrí aparece cuando más lo necesita la persona, cuando su corazón triste llora una pérdida, cuando la mente dispersa te llena de negatividad, cuando comienzas a no creer en la magia.


¿Lo ves ahí?, batiendo sus alas mientras con su piquito intenta recolectar el néctar. Si te acercas con malas intenciones a él, huirá asustado y mala suerte tu vida tendrá. Si lo admiras de lejos, sin molestarlo en su ardua tarea, él volverá para conceder tu deseo.


Piénsalo bien, la última vez que alguien deseó algo, su corazón avaricia tenía. Y el colibrí triste batió sus alas lejos de ahí.

Piénsalo bien, la última vez que alguien deseó con pureza que su ser querido descansara en paz, el colibrí contento entregó el mensaje y el deseo se cumplió.

Piénsalo bien, la última vez que alguien deseó algo, el colibrí llegó a ti.


Batirá sus alas y te invitará a pedir algo con el corazón. No lo verás, pero en el fondo feliz el colibrí está. No lo sabrás, pero tiene la misión de hacerte feliz. No lo entenderás, pero en su pequeño cuerpo magia hay.

¿Has pensado en tu deseo?, junta tus manos, ten en mente tu deseo, sopla al viento y termina con una gran sonrisa en tu rostro. No olvides agradecerle al Colibrí por adelantado, pues si lo has pedido con todo el amor del mundo él lo cumplirá.


Yo ya le he agradecido por llegar a ti y hacerte sonreír.


Un día le pedí al colibrí que llegara hasta ti.



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