𝐃𝐎𝐘 ─── ❝ mi cabeza esta llena de parásitos y los agujeros negros cubren mis ojos. sueño contigo casi todas las noches, ojalá no me despierte esta vez. ❞
one shot de tokyo revengers
tokyo revengers x reader
genero: fluff advertencias: no. punto de vista tu/tú. genero neutro. sanzu de touman
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──¡Sanzu! ──corriste hacia él, envolviendo al pobre niño asustado en un abrazo por detrás.
Dejó escapar un suspiro de alivio, notando que era su persona más favorita en el mundo. ──Hola, (N), ¿cómo está la escuela?──preguntó mientras lo soltaste de tus manos.
──¡Agotador! En general, fue lo mismo de siempre ──te encogiste de hombros, subiendo por la cabeza de él ──. Sanzu, ¿puedo preguntarte algo? ──sonreiste, volviéndote hacia él.
El chico arqueó una ceja ante tus curiosas antigüedades. Él le dio un leve asentimiento como un sí. Caminaste hacia él lentamente, una sonrisa traviesa formándose en tus bonitos labios. Sanzu dio un paso atrás.
¿Por qué de repente estabas siendo muy juguetón hoy?
Te paraste de puntillas, tratando de alcanzar su altura, ya que tu rostro ahora estaba a solo unos centímetros del él. Las orejas del chico se enrojecieron por tu cercanía. Sus ojos se desviaron, evitando meterse en los tuyos.
──Vamos a comer algo, me muero de hambre. ──dijiste, de espaldas al frente.
Sanzu dejó escapar un suspiro de alivio. Su corazón ahora finalmente latía a su ritmo original de nuevo. Pero en algún lugar de ahí abajo, realmente quería que...
──Soñando despierto con que nos casemos, ¿eh? ──tiene la cabeza levantada, los ojos muy abiertos cuando te vio reír mientras te sostenías los costados. El pobre chico estaba avergonzado porque tenía un pensamiento o dos sobre ustedes viviendo juntos. Sus risas se apagaron cuando se puso de pie correctamente de nuevo ──Sabes, desde que estamos juntos, nunca te has quitado la máscara, ¿por qué?──inclinaste la cabeza con curiosidad.
El chico se encogió de hombros agarrando tu mano, acercándote más hacia él. Tus ojos se abren cuando se quita la máscara negra.
──No te rías, por favor. ──susurró en voz baja, mirando hacia abajo con la esperanza de que no juzgues esas desagradables cicatrices al final de sus labios.
Tu corazón dio un vuelco al verlo inseguro acerca de las dos bonitas características de su rostro. Tomando sus manos, haciéndolo mirar hacia arriba, le dio un beso en ambas cicatrices.
──Para mí, son hermosos. ──le sonreiste dulcemente.
