El jefe

Capítulo 9

Mierda, lo había vuelto a hacer, le había vuelto a pedir que le hiciera suyo. ¿Qué iba mal con él, para encima ser quien daba el primer paso? Le había besado y había iniciado todo, joder hasta una mamada le había hecho. Muy bien hecha, todo hay que decirlo, por como gemía y se corrió. Recuerda la cara de placer de Bright con orgullo.

- Buenos días ¿Tienes hambre? Pediré el desayuno.

- Si, gracias, voy a bañarme.

- Espera, yo me ocupo, sigue acostado un poco, no te preocupes.

- Bright, te he dicho que no me mimes – Win comienza a ponerse de pie cuando siente algo deslizarse fuera de su culo - ¡Joder! ¡Qué mierda es esta!

- Lo siento Win, me olvidé por completo y no te limpié anoche.

- ¿Esto es tuyo?

- Si, claro, es mi sem...

- ¡No lo digas! No quiero oírlo, qué asco. Me siento sucio.

Win le mira con odio, desnudo y sucio del semen de ese hombre, mientras Bright corre al baño para llenar la bañera, recuerda con horror que se tragó el semen tras la mamada ¿Podría caer más bajo? ¿Qué pasaba con él?

Mientras llenaba la bañera, Bright llamaba al servicio de habitaciones para pedir el desayuno para dentro de una hora, así como que vayan las camareras de piso a limpiar y ordenar toda la estancia, pero que no entren al baño, eso lo limpiarán mientras ellos desayunan, más tarde.

Lleva al enfadado Win a la bañera, tras coger la ropa que ambos usarán, así como su cepillo de dientes. Los dos cómodos relajados en el agua caliente. Win se niega a mirarlo ni hablarle.

- No volveré a hacerlo, pero te aseguro que te pedí permiso antes.

- Eso no sirve, mierda, estoy lleno de ti.

- Ahora te limpio, no te preocupes, no dejaré nada en tu interior.

- No es solo eso, ¡Mierda Bright! También me lo tragué.

Bright lo miró sorprendido, a su cabeza llegaron las imágenes de la increíble mamada. Sonrió con dulzura al enfadado hombre.

- Es cierto, pero te aseguro que fue lo más.

- No sirve de nada que lo digas.

- Win, me puse duro de solo recordarlo.

- Joder Bright, no sigas, para ya – Nervioso mira a través del agua, buscando ver algo, pero el jabón no se lo permite.

Bright se pone de pie, dejando que Win le observe, este avergonzado no puede ni quitar la vista del hermoso cuerpo, que empapado, está frente a él.

- Win, voy a limpiarte, no me pegues ninguna patada ni nada. Te dejaré bien limpio, no volveré a correrme dentro.

Bajo la atenta mirada se pone jabón en la mano, para embadurnar los dedos, comienza a meterlo en la estrechez ayudando a que salga lo último que quedaba, las manos de Win se aferran a sus hombros, entre avergonzado y excitado.

- ¿Estás bien Win?

- No puedo soportarlo más.

- Ya acabo, espera, no te cierres, no puedo sacar mis dedos.

- ¡Mierda Bright! Estoy duro, no puedo soportarlo.

- No te entiendo.

- ¿Vas a hacer que te lo pida? ¿Por qué siempre tengo que rogarte?

Sorprendido, Bright es empujado para quedarse sentado en el agua, Win se pone de pie ante él mostrando que tan duro está, debe llevar así desde que se metió en la bañera, hace como quince minutos, se ve doloroso.