❝... Sin importar cuántas vidas pasen, seguirán juntas❞.
Jimin sufre de un tumor maligno situado en el cerebro, uno que solo con cirugía se podrá quitar, pero existe la posibilidad de que sus recuerdos se borren, o bien, que muera.
¿Cómo lo tomará s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era aburrido estar en esa pequeña habitación teñida de blanco, y con aquel olor característico que gritaba a los mil vientos: enfermedad. Y Jimin lo sabía.
Después de diez largos años, volvió a estar dentro de aquel frío cuarto que tantas pesadillas le causó.
Lo que tanto temió estaba sucediendo. Aquella enfermedad había vuelto, pero no lo había hecho sola, había traído consigo a un amigo.
Y lo peor era que él ya lo sabía, pero prefirió aparentar que todo estaba bien. Prefirió pensar que no pasaría.
No había sido algo alarmante enterarse que tenía cáncer cuando niño, pues a los pocos años de que nació se lo detectaron, y sin la oportunidad de elección solo lo aceptó y se hizo a la idea de que un día no volvería a abrir los ojos... Y ni las tantas quimioterapias o el dolor tanto mental como físico, pudieron lastimarlo ni doblegarlo. Entonces, en ese momento y por primera vez, le dolió el escuchar que había vuelto. ¿La razón? Yoongi.
Él era su vida, y no soportaba ver su rostro cubierto de miedo mientras lo observaba atento.
A veces la vida era tan injusta.
—Aún no entendemos que sucedió, pero tu cáncer volvió, y como consecuencia trajo consigo a una pequeña bola de grasa que está situada en tu cabeza —soltó la doctora tratando de no sonar tan dura.
«Un tumor, dígalo como es» pensó Jimin en cuanto escuchó decir: "una pequeña bola de grasa".
Su último recuerdo fue el estar observando una película con Yoongi, de la nada sentirse mareado y cansado, sentir como su cuerpo se soltó y después todo se volvió oscuridad. Abrió los ojos y lo primero que notó fue el oxígeno y el suero. Yoongi reposando a su lado y su madre frente a él, preocupados.
—¿Es benigno o maligno? —preguntó la señora Park, mientras se sostenía de los pies de la camilla, casi implorando por una buena respuesta.
—Maligno, y está creciendo muy rápido.
Yoongi tomó de la mano a Jimin y entrelazó sus dedos, consciente de cuál duro era.
—¿Qué podemos hacer? —siguió preguntando su madre.
—La cirugía es lo más viable, y según las radiografías está en muy buena posición para que todo salga bien.
