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—¿Soy el único que lo nota un poco deprimido estos días? —Preguntó Sicheng viendo cómo Taeyong tocaba una melodía increíblemente triste con sus ojos cerrados.

—Si él no quiere hablar, sus razones tendrá —murmuró Yuta concentrado en limpiar su flauta—. Por favor, no hagan esto más agobiante para él.

—A mí no me engañan, él está así desde lo que sucedió con Ten y Doyoung. Sin embargo, cuando quiere ser un testarudo lo logra con éxito así que necesito saber qué es lo que sucede porque como su mejor amigo no puedo dejar que esté triste sin hacer algo al respecto. —Jaehyun se plantó frente a Yuta intentando demostrar una apariencia intimidante.

—Hay una razón por la que no te lo digo, Jae —Taeyong respondió detrás de ellos. Estaba deprimido, pero no sordo—. No quiero hacer de esto algo más grande de lo que es. Así que es mejor cerrar con esto y ya. Pronto me volverán a ver brillar, pero por ahora dejen que la tristeza se apodere de mí. También es bueno estar triste ¿saben? Porque gracias a ello se valoran los momentos de felicidad.

Entre Sicheng y Jaehyun se miraron, pero no dijeron nada más entendiendo. Solo esperaron a que Yuta y Taeyong guardaran sus instrumentos para ir al mercado, pero mientras caminaban al lugar, se dieron cuenta que frente al negocio de Taeyong (que no estaba abierto porque él no trabajaba ese día) había una persona que tenía una enorme capa.

—Disculpa, hoy no hay servicio —dijo Taeyong tocando el hombro del misterioso desconocido, pero la persona saltó asustada girándose a su dirección y Taeyong lo reconoció al instante— ¿¡Ten!?

El joven tenía un par de medialunas debajo de sus ojos demostrando lo poco que había dormido, pero su mirada se relajó notablemente al ver a Taeyong.

—¿¡Quién es, Tae!? —Escuchó que preguntó Jaehyun a lo lejos y Ten abrió enormemente sus ojos.

—¿Está con Sicheng? No les digas que estoy aquí, por favor —pidió Ten antes de que Taeyong pudiera abrir su boca para responder—. Necesito hablar contigo primero... En privado.

Taeyong se quedó viéndolo por unos cuantos segundos preguntándose qué podría ser aquello de lo que los dos pudieran hablar (y que Doyoung fuera lo primero que se le vino a la cabeza solo provocó que su pecho doliera), así que finalmente dirigió su mirada a sus amigos y les sonrió.

—Un mercader que vino a pedir especialmente mis servicios, vayan a casa. Después nos vemos.

Y arrastró a Ten dentro del negocio sin escuchar lo que fuera que sus amigos pudieran decirle.

—Puedes colocar tu caperuza detrás de la puerta y ponte cómodo, ¿quieres algo de comer? Te ves un poco pálido.

—No quiero esperar, aunque sí quiero preguntarte algo ¿por qué tu cabello ya no está brillando tanto como lo hacía antes? Recuerdo que irradiabas alegría, pero ahora...

Taeyong se mordió sus labios negando. Él no iría allí, no todavía.

—Supongo que no tengo ánimo, eso es todo...

—Bueno, sinceramente no sé si tenga que ver algo con nuestro encuentro previo, pero a Doyoung tampoco lo he visto muy bien ¿sabes? Como que no puede dormir a las horas que son y está más gruñón de lo normal —Ten blanqueó sus ojos mientras sacaba un papel de su bolsillo—. En serio, es muy extraño, ahora solo toca melodías tristes en su violín y... No sé si debería decirte esto, pero el color rosa le ha llamado la atención últimamente.

Taeyong abrió levemente su boca ante aquella revelación, sabía que su mirada transmitía esperanza... Y que Ten no era estúpido.

—Yo puedo no estar en la lista de espera para entrar en la sociedad científica como Doyoung, pero también he estudiado durante mi vida y sé conectar puntos. Tú puedes ver el hilo que une el alma gemela de las personas, Sicheng nos dijo que aunque era así, tú no podías ver tu propio hilo por lo tanto no sabías quién era la tuya, lo que es super triste, pero también pudiste vivir con ello todo este tiempo. Sin embargo, llegamos Doyoung y yo hace unos días, me leíste mi alma gemela y todo se veía bien, pero luego leíste la de Doyoung y todo pareció... como si hubiese pasado un cataclismo delante de tus ojos. Desde ese día Doyoung ha estado muy raro, pero ahora que te veo así... Doie es tu alma gemela, ¿verdad?

Cataclismo ; TaeDo/DotaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora