CAPÍTULO 2

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Hoy papá me pidió que lo cubra a la mañana en el trabajo, ya que él tenía que acompañar a mamá al médico con Logan.

Llevo a mi familia al hospital, cuando vuelvo me doy cuenta de que es muy temprano aun, así que podía dormir un poco más.  Así que me dirijo a casa, al llegar me tiro al sofá, caigo rendido, duermo casi al instante.

No sé por cuánto tiempo dormí, pero cuando despierto veo 4 llamadas perdidas de mi padre, por lo que creo que me matara así que salgo rápido, subo al taxi y me voy casi volando al aeropuerto.  Dos cuadras antes de llegar me para una chica, muy bonita por cierto.

— ¿Hacían donde señorita?  —pregunto, pero no recibo respuesta lo cual la miro y noto como me mira, me analiza.

Sentía unas ganas de decirle que deje de comerme con la mirada, pero luego recuerdo que «estoy trabajando» y decido hablar nuevamente.

—Señorita— hablé nuevamente— ¿se encuentra bien?  —pregunto haciéndome el bobo.

—Sí, si disculpe— me responde mirando hacia otro lado.

— ¿Hacía a donde entonces señorita?  —-vuelvo a preguntar lo mismo, ya que no me había contestado porque se paralizó por ver tanta belleza.

¡Ay!  Pero ese ego que tienes.

Cállate le digo a mi conciencia.

Me dice la dirección y empiezo a manejar.  Paramos en un semáforo y la observo, por la forma en cómo mira todo me doy cuenta de que no es de aquí, o al menos nunca estuvo en Madrid.

Decido mirarla detalladamente, tiene bonitos ojos marrones oscuros casi negros, tiene una nariz muy perfecta, unos labios rosa y parecen ser suaves *tendré que probarlos para confirmar*, también tiene el pelo negro y largo.

Urgentemente necesito saber su nombre.
Sin darme cuenta se reventó una goma, al parecer ella se da cuenta de que estamos quietos y me pregunta.

— ¿Por qué paró?  — dijo mientras yo me pregunte mentalmente si se hacía o era así de boba siempre.

—Reventó una goma— digo y sin más me bajo del auto.

Me alejo un poco y llamo a Thomas, mi amigo, ya que es gomero para que venga a cambiarla.

— ¿Aló?  —responde mi querido amigo.

—Necesito un favor Thom—-digo yendo al grano—revente la goma, estoy con una clienta encima—digo esperando su respuesta.

—Claro, amigo.  En una hora más o menos voy— dice y fruncí mi ceño.

— ¿Por qué tanto tiempo?  —pregunto enojado y eso se sintió en mi voz.

—Ahora estoy arreglando otros Dem—me dice tan tranquilo.

—Bueno, te pasó mi ubicación—digo y cortó sin más.

Me dirijo hacia la chica bonita y le digo que tardarían una hora en venir, me tiro en el suelo y miro al cielo.  Luego de un rato la miro y la encuentro admirando todo, tomando fotos y son más decido hablar.

—No eres de por aquí ¿cierto?  —pregunto mirándola desde el suelo.

—No, soy argentina— dice.

Ulala tenemos a una latina aquí, pienso.

Sí que son lindas las argentinas, tal vez debamos ir de vacaciones.

Porque no te callas maldita conciencia.

Pregúntale si viene solo de paseo así sabemos si nos ilusionamos.

GRACIAS A TI FUI FELIZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora