CAPÍTULO 3

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ISABELA

Luego de llegar subo al departamento, era bastante amplio, tiene 2 habitaciones, un baño bastante amplio con una bañera, un living grande y la cocina ni hablar, tiene una isla que es perfecta.

Una vez que termino de recorrer el lugar, decido desempacar, al terminar de acomodar todo voy a tomar un baño así que busco mi ropa para estar en casa que solo es una remera que me queda muy grande y holgada.

Voy a buscar mi parlante aunque no lo encuentro en ningún lugar — Mierda, no lo traje-dije al no encontrarlo-en la tarde iré a comprar uno — pienso. Ya que no tengo parlante tendré que bañarme en silencio así que será muy aburrido.

Al terminar de bañarme y cambiarme, me acuesto a dormir, pero antes que lo haga suena mi phone. Miro y era mi madre insoportable.

- ¿Qué quieres? -Pregunto sin dar muchas vueltas, ya que estoy cansada y solo quiero dormir.

- ¡ISABELLA DALILA D'ANGELO RIPOLL! —Grita mi madre-SABES LO PREOCUPADA QUE ESTABA POR TI ELA, ESTUVE A PUNTO DE LLAMAR A LA PUTA POLICÍA MALDITA NIÑA— sigue retando-¿Te gusto el departamento? - no me dejo ni contestar, ya que vuelve hablar-pues claro que te gusto si era mío— dice.

—Me gusto aunque no es mi estilo— digo — así que mañana iré a comprar pintura, cuadros y demás cosas—

—ELA, ¿Estás bien? ¿Tomaste tus medicamentos? ¿Comiste? -Pregunta nuevamente.

—Sí, los tome — miento — justo termine de comer — digo nuevamente mintiendo— Alicia tengo sueño, te marco mañana. Adiós — corto antes que hable.

Me voy a dormir, ya que mañana me levantaré temprano para ir a pasear por Madrid, conocer un poco más, además para comprar las decoraciones

De seguro se preguntarán porque mentí con lo de que si comí y tome mis medicamentos, pero cuando esté lista lo contaré

AL DÍA SIGUIENTE ...

Me desperté temprano, por suerte hoy no tuve ninguna pesadilla. Son las 8 am así que me levanto de la cama y me dirijo al baño para cambiarme, me lavo los dientes, me peino y salgo.

Busco mis auriculares, pongo mi playlist y salgo del departamento, voy en busca de una tienda donde consiga un parlante. En el proceso voy caminando sin prestar atención a lo que no es nada bueno, ya que tropiezo con un chico.

—Lo siento-me disculpo con el chico-de verdad, lo siento-vuelvo a repetir.

—Está bien, no te preocupes, no pasa nada-dice riendo-tendrías que tener mucho cuidado ...— por la forma en que lo dice sé que quiere que le diga mi nombre así que lo hago.

—Isabella, mucho gusto-espero a que me diga el suyo y así fue.

—Thomas. Y lo mismo digo isa. Puedo llamarte así ¿no? -Pregunta él.

—Sí, claro. Y yo puedo decirte Thom ¿no? -Pregunto riendo.

—Si-dice con su sonrisa, que es bastante linda por cierto.

Thomas es un chico muy lindo, es bastante alto, me sacará una cabeza y media, tiene ojos celestes, una cabellera rubia con rulos, la mandíbula marcada, pero no tanto, además parece agradable, aparenta unos 21 años más o menos.

—Oye, Thom— hablé.

—Dime— me concursa.

- ¿Dónde puedo comprar un parlante? - le pregunto.

- ¿No eres de aquí? - responde con una pregunta lo cual niego con la cabeza-¿de dónde eres? -Pregunta.

—Soy argentina — digo — sabes dónde o ¿no? - pregunto.

—Oh, sí claro, te puedo acompañar si quieres— me dice amable.

—No lo sé, ya veo me secuestras— digo mirándolo sería— ¿cómo puedo confiar en ti? Apenas te conozco hace minutos — digo.

—Bueno, como quieras-dice riendo-mira, tienes que seguir derecho haciendo 3 cuadras, luego doblas a la izquierda haciendo 2 más y por último doblas a la derecha a media cuadra— me explica.

Por lo cual me perdí ni bien digo que tenía que doblar así que decido que me acompañe —sabes mejor acompáñame, pero te controlaré, ten cuidado conmigo que sé boxear — le doy un aviso a lo cual hago que suelte una carcajada

—Muy bien boxeadora, tendré cuidado contigo-dice aun riendo a lo cual lo fulmino con mi mirada y deja de hacerlo-ven, vamos-dice para comenzar a caminar.

Lo sigo y luego de una caminata larga llegamos. Entro a la tienda y me atiende una señora de edad media.

—Buen día, señorita, ¿en qué la puedo ayudar? - pregunta amablemente.

—Buenos días, ando en busca de un parlante-respondí.

—Bien, sígame por favor-dice y empieza a caminar.

La sigo y me muestra varias opciones, elegí uno pequeño, pero potente, el cual se conecta por bluetooth.

Le pago a la señora y le agradezco —muchas gracias, hasta luego— digo despidiéndome.

Al salir me encuentro a Thom afuera y me parece muy considerado de su parte esperarme.

—Bien y ¿ahora donde? - me pregunta mientras agarra mi bolsa.

No hace falta que me acompañes a todos los lugares que debo ir-digo

—No tengo nada más que hacer, así que porque no ayudar a la bella dama-dice coqueto.

—Bien como tú quieras, ahora necesito ir a comprar pintura y unos cuadros para decorar mi departamento— le respondí.

—Puedo ayudarte a pintar— me respon-además no acepto un no como respuesta. Necesitas amigos y yo seré el primero-dice feliz.

—Bueno, bueno. Pero te tienes que ganar mi amistad— digo riendo— y mira que no es muy fácil hacerlo-

—Pues me lo ganaré. Ahora vamos por esa decoración— dice caminando.

Luego de lo que viví, decidí no confiar en nadie, ni en mi propia madre, pero con el tiempo nuestra relación mejoro. Ella me pedía e intentaba que haga amigos, pero yo me negaba, ya que así como dejas entrar una persona a tu vida fácilmente también puede irse lo cual te destrozará y nosotros no podemos controlar que tanto dolerá, ya que es un sentimiento que pasa por sí solo. Pero intentaré cambiar ese pensamiento e intentaré hacer amigos.

Thom tal vez sea el primero ...

briellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriellabriella

Un poco corto el capítulo, pero el próximo será más largo o quizás publique dos.

GRACIAS A TI FUI FELIZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora