Seamos Felices/vhope

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-Así que esta vez el idiota si se porto bien contigo. - YeonSeo estaba en su casa, ambos acostados en la cama de Hoseok, mirando hacia el techo con las piernas en la pared.

-Si, así fue. - Hoseok giro su rostro para verla, su amiga hizo lo mismo, ambos sonrieron. - Fue realmente hermoso. - recordar aquel día lo ponía muy feliz, la sonrisa de Taehyung, el hermoso paisaje, todo había sido más que perfecto.

-Me alegro. - una lagrima salió de los ojos cafés de la chica.

-¿Por qué lloras?

-Por nada..

-Hye. - Hoseok la miró serio. - ¿Qué pasa?

-Es sólo, que me pone feliz verte así de emocionado, nunca te había visto así Hobi. - YeonSeo se trató de secar sus lágrimas con la manga de su suéter. - ¿Le dijiste?...

-No, no quiero decirle, no ahora. - la chica asintió. Hoseok puso su brazo debajo de su cabeza, YeonSeo se acurrucó en el. - Estoy bien. - susurro Hoseok, no quería llorar.

-Lo sé. Pero yo no. - Hoseok la abrazo con fuerza, el tiempo estaba pasando muy rápido para su gusto.

-¿Estarás en mi presentación?

-Claro, ¿tu estarás en la mía?

-Si tengo tiempo, si. - bromeó Hoseok, YeonSeo lo golpeó suavemente en el abdomen. - No me lo perdería por nada del mundo.

-Tengo una idea. - hablo de repente la chica entusiasmada.

-¿Que es?

-Primero promete que lo harás.

-Lo prometo. - Hoseok sabía que su amiga no le iba a obligar a hacer algo que él no quisiera o pudiera.

-Vamos a hacernos un tatuaje. - Hoseok se sentó rápidamente.

-¡Qué!

-Vamos Hobi, vamos a hacernos un tatuaje, uno chico. - Hoseok negó rápidamente.

-Sabes que odio las ajugas. - YeonSeo se sentó también.

-No será doloroso, sera algo muy chico.

-Debo pensarlo.

-Ya tengo el lugar perfecto.

-No lo sé, dejame pensarlo bien.

-Bien, pero no tardes, no tenemos tiempo para eso. - lo último lo dijo en un susurro.

El teléfono de Hoseok comenzó a sonar, haciendo que los dos amigos se miraran entre sí.

-¿Será tu príncipe azul? - preguntó burlona la chica, Hoseok la golpeó levemente en el hombro con el suyo.

-Mierda. - YeonSeo se asomó para ver el nombre en la pantalla.

-Mierda. - repitió.

Señora Jung

Sin duda no era buen momento para recibir una llamada de su madre.