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Kyunsoo tenía a su cargo la última línea de defensa, su trabajo era evitar que alguien llegara hasta donde estaba la familia del alfa, que dormía tranquila ignorando el peligro inminente. Chanyeol estaba junto al pelinegro, el cual vigilaba lo monitores en busca del más mínimo indicio de que la seguridad del edificio había sido violada.

El tigre le echaba una miradita de vez en cuando al abogado, ese hombre era todo un misterio para él. Era más bajo que los hombres de su manada, pero así emanaba un aura de "no eres suficiente bueno para mí" que volvía loco a algunos machos y a la mayoría de las hembras.

El tipo en cuestión siempre vestía de traje, conducía un BMW deportivo, jamás comía si no era con los cubiertos completos, tomaba el té y nunca lo había visto con dos copas de más. Aunque por allí se contaba una que otra historia acerca de lo afortunado que podías ser si el castaño te escogía para jugar a las manitas caliente. Podía hacer que un hombre recto conociera los placeres de la vida obtusa.

—¿Algún problema?..— pregunto Kyunsoo sin dejar de vigilar el panel de los monitores.

—Simplemente me preguntaba que tiene planeado para la noche de la luna llena...— sonrió Chanyeol con aires de autosuficiencia.

Kyunsoo sonrió perezosamente, podía sentir sobre su cuerpo la mirada hambrienta del joven tigre, si seguía insistiendo tal vez le daría la oportunidad de probar si las rayas que tenía su forma animal eran pintadas o de verdad. Quizás Chanyeol le ayudara a quitarle las calenturas causadas por la luna llena próxima a llegar, hacerlo con Kai era demasiado arriesgado y él jamás comenzaba algo en lo que no estaba seguro de poder ganar.

—Lo pensaré, cachorro..— le dedico un guiño travieso al tigre que comenzaba a ponerse algo nervioso.

El sexto sentido del tigre, le advirtió a Chanyeol que estaba a punto de morder más de lo que podía masticar, le advirtió que ese zorrito podría traerle muchos problemas. Como era de esperarse, al ser una criatura joven, envió la advertencia al diablo.

Estaba Kyunsoo por decir algo más, cuando sintieron como la puerta de entrada era golpeada hasta casi tirarla abajo, al levantar la vista hacia los monitores, se dieron cuenta de que varias cámaras habían dejado de transmitir.

Oh SeHun espero, todos sus músculos tensos, estaba seguro que Soo Man lo haría en cualquier momento. Los hombres que eran fieles a su tío estaban siendo desplazados hacia las afueras de la fortaleza, varios muertos, otros gravemente heridos, en cualquier momento convocaría por segunda vez a "Los Malditos", con todo lo que eso conllevaba. Kai le había dicho que nadie sería tan estúpido como para hacer algo como eso, pero él conocía a su querido tío lo suficiente como para saber que lo haría al estar entre la espada y la pared.

Vigilando sin atreverse a pestañar, vio a su tío meter la mano dentro de la chaqueta de cuero negro, sus ojos felinos no lo engañaban, el idiota lo iba a hacer. Un pesado amuleto fue expuesto al cielo nocturno, desde esa distancia Oh SeHun estuvo seguro que el idiota de su tío estaba conjurando a "Los Malditos" por segunda vez. Una vida debía ser ofrecida en sacrificio para apaciguarlas, el alfa estaba decidido a que no fuera la suya y mucho menos que su carne sea saboreada por esas bestias.

Había ideado miles de maneras de averiguar cómo es que su tío conjuraba a esas viles criaturas, ahora el hombre muy amablemente se lo había mostrado, era increíble como la estupidez podía trabajar en un hombre que ya le empezaban a aparecer algunas canas.

—¡Es la hora!..— informo por los comunicadores que todos llevaban en su oreja —. Estén preparados, en cualquier momento van a llegar, quiero ver llover plumas.. — termino de dar sus últimas ordenes, dejo en manos de su beta y en Kyunsoo las siguientes etapas de su plan, era hora de que su tío conociera el lado oscuro de la luna.

CUANDO EL TIGRE PROBO A SU GATITO __ ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora