Cap 2

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Cap 2: V𝖊𝖓𝖌𝖆𝖓𝖟𝖆 𝖊 𝖎𝖒𝖕𝖚𝖗𝖔

Cap 2: V𝖊𝖓𝖌𝖆𝖓𝖟𝖆 𝖊 𝖎𝖒𝖕𝖚𝖗𝖔

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— ¿Y? ¿Qué tal se siente?

— B-bien, muy bien —masculló con trabajo Hisoka, balanceando sus caderas para atrás en busca de más profundidad—. Cosquillas, ¡mmh!

Prisionero de su placer le era difícil articular alguna oración racional, era una sensación nueva, su mente ahora sólo era ocupada por concentrarse en sentir hasta el más mínimo detalle. Su cuerpo estaba tan sensible, ardiendo por el contacto piel a piel.

— Oye, con calma —dijo Illumi agarrando con su surda la pequeña cintura del ojimiel, tratando de frenar los lascivos movimientos del opuesto, mientras que, por otro lado, su mano derecha se enfocaba en meter y sacar ahora tres dedos del interior de Hisoka—. Nunca te había visto tan desesperado.

Y es que el asesino jugaba con el cuerpo delante suyo, ya había encontrado aquel punto dulce. Lo supo gracias al grito ronco y al excesivo temblor, pero esa fue la primera y última vez que lo tocó, ahora tan sólo rozaba con la punta de sus dedos la próstata dejando al mayor con ganas de más.

Río al ver como el rostro sonrojado volteaba a verlo al sentirse vacío, ya que había sacado sus dedos.

— Dios, pero que impaciente —se quejó con diversión el azabache, ver al pelirrojo tan desesperado por ser penetrado le daba gracia. Le hacía sentir poderoso.
Se colocó en sus rodillas agarrando su caliente erección, para luego pasarla por en medio de ambas nalgas del mago masturbándose a sí mismo, dejando un pequeño camino de su presemen. No pudo evitar gemir.

— Fóllame ya —pidió abrumado.

Soltó un bufido exasperado por la impaciencia ajena, y tan sólo con un bailar de sus dedos mandó tres agujas a la lechosa espalda.

— Ya dije que las ordenes aquí las doy yo, desobedece y te castigaré —amenazó al mayor—. ¿Entendiste?

— ¡Joder! Aggh, puta madre —jadeo al sentir las pulsaciones de los filos enterrarse hasta el músculo de su dorsal. Dejo salir otro al sentir como su cuero cabelludo dolía, Illumi le estaba jalando de sus mechones cereza, logrando que inclinara la cabeza en dirección al azabache.

— Te hice una pregunta, responde —ordenó pegando sus labios al oído de Hisoka.

— Vete a la mierda —maldijo con su ceño fruncido, de alguna forma le ofendía recibir órdenes de esa manera.

— Bien, espero puedas satisfacerte a ti mismo. Me largo —soltó la cabellera y comenzó a agarrar sus prendas con la intención de irse, aunque mentalmente rogaba por que el pelirrojo se negara.

— ¿Uh?

No hubo respuesta, lo único que le contesto fue el silencio y el sonido de sus fuertes bombeos de corazón. ¿Se iba a ir? No lo podía dejar así después de llegar tan lejos, ya estaba muy caliente como para detenerse.

Cambio de roles || HisoIlluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora