Hisoka estaba acostumbrado a dominar cualquier situación, ya sea en una pelea o incluso en sus encuentros sexuales.
Pero, ¿qué pasa si un pelinegro quiere cambiar eso? Illumi estaba dispuesto a cumplir su fantasía de ver al caprichoso mago de forma...
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— Si existieras estoy seguro que seríamos amigos.
— ¿Con quién hablas? —preguntó Illumi, saliendo de su cuarto recién bañado viendo al pelirrojo acostado cómodamente en el lujoso sofá; entretenido con la película de aquel ogro que tanto le gustaba en la gran pantalla delante suyo.
— Con Shrek, obviamente.
El pelinegro se encontraba hospedándose temporalmente en el coliseo del cielo, compartiendo el espacio con Hisoka para su mala suerte. Tenía una misión en la ciudad y al contarle a su conocido éste propuso la idea diciendo que sería divertido, al principio se negó rotundamente, sabía que estar cerca del ojimiel por mucho tiempo sería bastante difícil y estresante, habían pocas personas que colmaban la paciencia del Zoldyck y definitivamente el Morrow era el número uno en su lista.
Y sí que lo era, los primeros días Hisoka parece que tuviera como único propósito molestar e irritar al de ojos grandes, haciendo chistes o invadiendo su espacio personal. También durante la noche era bastante ruidoso, poniendo música o viendo películas, algunas veces pensaba que el pelirrojo poseía problemas auditivos porque el volumen siempre estaba casi por el límite. Aunque habían algunos días donde el menor ganaba un tiempo de soledad y tranquilidad cuando el otro tenía algunas peleas, pero eran contadas las veces, Hisoka era una persona jodidamente exigente, no aceptaba tener pelea con cualquier adversario.
— Pues estoy seguro que a él no le caerías bien —continúo la conversación caminando hacia la cocina agarrando una botella de agua del refrigerador, para luego recargarse sobre la barra viendo la película con pereza.
— ¿Qué? ¿Por qué lo dices?
— Eres tan molesto, lo fastidiarías rápido.
— ¿Cómo estás tan seguro de eso? —preguntó con una ceja enarcada, mientras volteaba la cabeza en dirección a Illumi.
— Fácil, eres parecido a Burro —dijo bebiendo un poco de agua devolviéndole la mirada al contrario—. Tu personalidad es desesperante y eres estúpido —sonrío al ver como Hisoka abría la boca formando una "O" ofendido.
— ¡No soy estúpido! Sí, admito que puedo ser un poco insoportable algunas veces, pero no soy estúpido —se defendió aventándole la primera almohada que su vista encontró, Illumi la esquivó fácilmente.
— Mmm —puso su dedo índice en sus labios, fingiendo meditar las palabras ajenas—. Tienes razón, estúpido no eres, infantil es la palabra que te describiría mejor —se agachó para recoger la almohada en el suelo, encontrándose con el mayor enseñándole el dedo medio al enderezarse—. ¿Ves? Sólo muestras mi punto —caminó hacia el largo sofá, aventándole la almohada en la cara al de hebras escarlata. Levantó las piernas de éste para poder sentarse y dejándolas caer en su regazo luego, viendo las calcetas con burla.
