Capítulo 7

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Logré llevar a Megan a su casa, obviamente sin llegar a entrar en ella. Estaba completamente agotada con todo lo de anoche, asi que aún tenía la ropa que llevaba y los pelos como si me los hubieran metido en una batidora.

Me puse un gorro para que esto no se notara tanto.

Andaba cabizbaja por la calle, con mis manos metidas en mis bolsillos, como siempre. Me estaba reventado los oídos con música, prácticamente.

Blank Space. Taylor Swift.

Movía la cabeza al ritmo de la música. Cerré los ojos un momento, quedando absorta de la realidad con la música.

Abrí los ojos y entonces la ví.

A ella.

La chica extraña de anoche.

Estaba sentada en el borde del mirador. Con las piernas colgando en el precipicio.

De repente la canción paró y empezó a sonar My Immortal, de Evanescence. Amo esta canción.

Y me quedé mirándola.

Mirando como miraba la ciudad, como su pelo se ocultaba bajo su gorro, pero a la vez su flequillo rubio alboratado permanecía visible.

Permanecía inmóvil.

En verdad no sabía porque aún no me había movido.

Debí quedarme mucho rato mirándola, porque la canción paró. Pestañeé varias veces.

¿La había estado mirando durante casi 5 minutos?

Me quité los auriculares y volví a caminar. ¿Hacia ella? No sé. Yo sólo caminaba y me sorprendí al verme parada frente a ella cuando dejé de hacerlo.

Entonces ella volvió su vista a mí.

Tomé aire, realmente para hablar, aunque no pude articular palabra.

Me miró, y por un segundo pude observar su rostro y notar como había soledad en sus ojos.

Volvió a mirar hacia delante.

- ¿Crees en las almas destinadas a encontrarse?

Me quedé en silencio, parpadeando un poco.

- Leí que..- prosiguió- en algún lugar, hay una persona que está atada a ti por un hilo rojo invisible. Me pregunto si..

La miré, esperando a que acabara la frase. Pero no lo hizo. Se levantó, bajó y empezó a caminar.

- ¿Adonde vas? - solté de repente. En verdad no sabía por qué me importaba tanto adonde fuera o no. Me tendría que dar igual.

Paró y se quedó aún de espaldas hacia mí. Entonces giró su cabeza, con el rostro algo cambiando. Estaba sonriendo. Pero era una sonrisa que sólo ocupaba el lado derecho de su mejilla.

Sentí algo estraño dentro de mí y rapidamente fruncí el ceño.

- N-no es que me importe adonde vayas.. s-sólo es que..- mierda. ¿Estaba tartamudeando?

Entonces se rió. Esa risa tan peculiar suya.

- ¿Me invitas a estar contigo?

¿Por qué me preguntaba eso ahora? Yo no lo había hecho. Pero.. ¿quería estar con ella?

Inspiré tan hondo que casi me quedo sin aire.

- No. Claro que.. no. - recuperé la compostura y la miré un tanto vacilante - ¿Qué te hace pensar que querría pasar el tiempo contigo?

Salí con paso decidido hacia mi casa, ya no quedaba nada y no quería seguir estando con esa chica tan sumamente.. La verdad, no tenía definición alguna para ella.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

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